El comité especial de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 escuchó a exfuncionarios del Departamento de Justicia que enfrentaron una dura campaña de presión por parte de Donald Trump por los resultados de las elecciones presidenciales de 2020.
El Político
La quinta audiencia del comite destacó un período turbulento que vivió el Departamento de Justicia los últimos días de la presidencia de Trump, cuando el exmandatario trató de someter a su voluntad a la agencia federal de aplicación de la ley, que durante mucho tiempo se ha preciado de su independencia de la administración que esté ocupando la Casa Blanca.
Durante la sesión, el representante Bennie Thompson, demócrata de Mississippi y presidente del comité del 6 de enero, dijo que el esquema de Trump fue un “intento descarado” de usar el Departamento de Justicia para su propio beneficio político, reportó Univision.
Pruebas contra Trump
“Donald Trump no solo quería que el Departamento de Justicia investigara”, dijo Thompson. “Quería que el Departamento de Justicia lo ayudara a legitimar sus mentiras, básicamente llamar a las elecciones corruptas” y nombrar un abogado especial.
Los testigos incluyeron a Jeffrey Rosen, quien era fiscal general interino cuando se produjo el asalto al Capitolio. Tres días antes, Rosen formó parte de un tenso enfrentamiento en la Oficina Oval en el que Trump contempló reemplazarlo con un funcionario de menor nivel, Jeffrey Clark, quien aceptaba respaldar sus falsas teorías del fraude electoral.
Otros dos exfuncionarios del departamento, el principal adjunto de Rosen, Richard Donoghue, y Steven Engel, también testifican. Ambos advirtieron a Trump en la reunión de la Casa Blanca que si reemplazaba a Rosen con Clark renunciarían y que muchos de los abogados del departamento seguirían sus pasos.
De acuerdo con los testigos, Donald Trump acosó al Departamento de Justicia para que siguiera adelante con sus afirmaciones falsas de fraude electoral, contactando al líder de la agencia “prácticamente todos los días” y esforzándose en vano por reclutar a los principales funcionarios encargados de hacer cumplir la ley en un intento desesperado por permanecer en el poder.
Varios testimonios
Los testimonios trataron de demostrar cómo Trump no solo se basó en asesores externos para respaldar sus afirmaciones de fraude electoral, sino que también intentó aprovechar a su favor la autoridad de las agencias del poder ejecutivo federal.
“Podrías tener una situación aquí, dentro de 24 horas, tendrías cientos de personas renunciando al Departamento de Justicia”, le habría dicho Donoghue a Trump, según su propio testimonio.
“¿Eso es bueno para alguien? ¿Es bueno para el departamento? ¿Si es bueno para el país? Es bueno para usted. No lo es." Solo entonces Trump cedió y al final no pudo despedir a Rosen.