Sarah Huckabee Sanders, hasta ahora portavoz adjunta de la Casa Blanca, será la próxima jefa de prensa del Ejecutivo estadounidense tras la renuncia hoy de Sean Spicer al frente de la portavocía.
Spicer renunció hoy a su cargo, aunque lo seguirá ejerciendo hasta que concluya el mes de agosto, después del nombramiento del empresario Anthony Scaramucci como director de comunicaciones de la Casa Blanca por el presidente Donald Trump, una decisión sobre la expresó su profundo desacuerdo.
De hecho, fue el propio Scaramucci quien hoy, en su primera rueda de prensa, anunció el nombramiento de Sanders como la nueva portavoz de la Casa Blanca.
Scaramucci también tuvo palabras de agradecimiento para Spicer, a quien reconoció su trabajo frente a las preguntas de los corresponsales y deseó "que haga grandes cantidades de dinero" fuera del Gobierno.
El Gobierno de Donald Trump atraviesa serios problemas con la prensa, ya que, además de los enfrentamientos directos que ha protagonizado, ha hecho pública en varias ocasiones su disconformidad con cómo la Casa Blanca gestiona su relación con los periodistas.
A finales de mayo, Trump amenazó con poner fin a las ruedas de prensa del Ejecutivo, algo que no se ha materializado, aunque sí ha reducido considerablemente el número de encuentros de sus portavoces con la prensa, que ahora en su mayoría tienen lugar sin presencia de cámaras.