Sam Altman, CEO de OpenAI, está en plenas gestiones para obtener miles de millones de dólares de inversores globales, a fin de establecer una compañía de chips semiconductores.
El Político
El directivo ha estado en conversaciones con grandes inversores potenciales para recaudar la cuantiosa suma necesaria para las plantas de fabricación de chips, conocidas coloquialmente como fabs, según fuentes que solicitando anonimato debido a la naturaleza confidencial de estas gestiones.
Empresas como G42, con sede en Abu Dhabi y SoftBank Group Corp, han sostenido reuniones con el empresario para discutir este proyecto.
Propósito de la recaudación
Aunque Altman tuvo que abandonar por un tiempo sus gestiones, desde su regreso ha reanudado los esfuerzos.
El objetivo de la recaudación iniciada por Altman es abordar la inquietud de que, con la proliferación de la inteligencia artificial, se podría generar una oferta insuficiente de chips para satisfacer la demanda.
Además de construir y mantener fábricas de semiconductores implica un costo mucho mayor que el enfoque seguido por otras empresas de la industria de la inteligencia artificial, como Amazon Inc. (AMZN), Alphabet Inc. y Microsoft Corp., quienes suelen concentrarse en el diseño de su propio hardware y luego externalizan el proceso de fabricación.
El empresario ha estado en contacto con varios actores clave en la industria de fabricación de chips, como Intel Corp., Taiwan Semiconductor Manufacturing Co. y Samsung Electronics Co., pero también con representantes de Microsoft, en un intento por incorporarlos a su proyecto.
Según los informes, G42, una empresa especializada en inteligencia artificial, estaría en el radar del legislador estadounidense, Mike Gallagher, presidente del Comité Selecto sobre China de la Cámara de Representantes, quien ha manifestado su preocupación en relación a las relaciones comerciales de la empresa con entidades chinas sancionadas.