La Corte Suprema de Justicia de Argentina confirmó la condena a 15 años de prisión por abuso de menores impuesta en 2009 al sacerdote Julio César Grassi, informaron fuentes jurídicas.
En concreto, el máximo tribunal argentino desestimó, por unanimidad, los recursos presentados en la causa.
Queda así firme la sentencia dictada por el Tribunal en lo Criminal número 1 de Morón, en la provincia de Buenos Aires, que condenó a Grassi como autor reiterado de los delitos de abuso sexual agravado por su condición de sacerdote.
La investigación que involucró a Grassi comenzó en 2002, cuando un programa televisivo difundió un informe con denuncias contra el religioso por supuesto abuso de menores a los que debía proteger mientras ocupaba el cargo de director de la benéfica Fundación Felices los Niños, que albergó a miles de niños y adolescentes pobres.
Denuncian que Argentina criminaliza a migrantes con nuevo decreto
El sacerdote, actualmente en prisión, fue sentenciado en 2009 a 15 años de prisión por dos de los 17 cargos en su contra relacionados con abuso de menores.
Tras apelar esa condena y, a la espera de un fallo, se le permitió permanecer en libertad con restricciones como no ingresar a su fundación, no permanecer a solas con niños ni referirse a los menores que lo habían denunciado.
Sin embargo, la Fiscalía denunció que el sacerdote violaba estas condiciones y en 2013 la Cámara de Casación de la provincia de Buenos Aires determinó que Grassi no había cumplido con los términos de la libertad provisional otorgada.
A esto se sumó la decisión, pocos días después, de la Suprema Corte de Buenos Aires de ratificar la condena a prisión por abuso sexual agravado y corrupción de un menor que asistía a la fundación.
El fallo divulgado hoy por el Centro de Información Judicial incide en que el condenado estaba encargado de la educación y guarda del menor por lo que en el caso concurre el delito de corrupción de menores agravada.
Tras el escándalo, la diócesis de la localidad bonaerense de Morón, a la que pertenecía Grassi, comunicó la decisión de prohibirle ejercer el ministerio sacerdotal.
EFE