Rusia interfirió en las elecciones del año 2016 y puede que intente influir en la votación del próximo año. Pero no es la única nación con la vista puesta en la política de Estados Unidos, reseñó AP.
El Político
El reportero Eric Tucker reseña que los funcionarios estadounidenses que hacen sonar la alarma sobre los esfuerzos extranjeros para destruir o atentar contra las elecciones de 2020 incluyen a varios países. Abundan las preocupaciones no sólo sobre la posible piratería de las campañas, sino también sobre la difusión de la desinformación en los medios de comunicación social y los posibles esfuerzos por violar las bases de datos de votación e incluso alterar los votos.
La ansiedad va más allá de la posibilidad de que los adversarios de los estadounidenses puedan afectar directamente los resultados de las elecciones: La mera insinuación de la intromisión extranjera podría socavar la confianza del público en las cuentas de votos, una posibilidad preocupante si existen unas elecciones ajustadas.
"Desafortunadamente, ya no es sólo Rusia. En particular, China, Irán y un par de otros países estudiaron lo que hicieron los rusos en 2016", aseguró James Lewis, experto en ciberseguridad del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington.
Las agencias de inteligencia de Estados Unidos han informado de actividades de influencia rusa, china e iraní dirigidas a los parciales del año pasado, y un alto funcionario del FBI señaló la semana pasada a Pekín como una fuente particular de preocupación. Mientras tanto, Microsoft informó recientemente que los hackers iraníes habían atacado una campaña presidencial no identificada junto con funcionarios del gobierno, periodistas y destacados expatriados iraníes.
Cualquier esfuerzo extranjero para interferir en las elecciones de 2020 no necesariamente reflejará el ataque de Rusia en 2016, cuando los oficiales de inteligencia militar vinculados al Kremlin hackearon correos electrónicos demócratas y los compartieron con WikiLeaks para tratar de ayudar al republicano Donald Trump a derrotar a la demócrata Hillary Clinton.
Lo más probable es que sean las campañas en los medios sociales, como la que se llevó a cabo en Rusia, que forjó la opinión pública en las elecciones de 2016 y dividió a los estadounidenses sobre temas candentes como la raza y la religión. Facebook anunció recientemente que ha eliminado cuatro redes de cuentas falsas, respaldadas por el Estado, que difunden información falsa con base en Rusia e Irán. La compañía acotó que las redes buscaban perturbar las elecciones en Estados Unidos, el norte de África y América Latina.
Un informe reciente del Comité de Inteligencia del Senado describió las actividades de los medios sociales de Rusia como un "ataque mucho más complejo y estratégico a Estados Unidos de lo que se pensaba inicialmente". Un memorándum reciente preparado por el FBI y el Departamento de Seguridad Nacional advirtió que Rusia puede utilizar los medios sociales para exacerbar las divisiones dentro de los partidos políticos durante las primarias o piratear los sitios web de las elecciones para difundir información errónea sobre los procesos de votación.
Fuente: AP