Por los momentos Rusia seguirá formando parte del Código SWIFT. Cuatro naciones impidieron lo que pudo ser un jaque mate definitivo a las finanzas de la nación euroasiática.
Mario A. Beroes Ríos/El Político.-
Los países europeos, aún afines a Vladimir Putin, Alemania, Italia, Hungría y Chipre, que tienen vínculos económicos fuertes con Rusia, pidieron a los aliados de la Unión Europea (UE) que no se incluya en las nuevas sanciones la desvinculación rusa de SWIFT.
SWIT es una red de pagos de alta seguridad que conecta a miles de instituciones financieras de todo el mundo.
Sacar a Rusia de SWIFT haría casi imposible que las instituciones financieras envíen dinero dentro o fuera del país, lo que supondría un repentino impacto para las empresas rusas y sus clientes extranjeros, especialmente los compradores de exportaciones de petróleo y gas denominadas en dólares estadounidenses.
Así no se puede
Los países de la UE estaban divididos sobre si dar o no ese paso, por lo tanto los intereses económicos ganaron la discusión y Bruselas no eliminara a Rusia de SWIFT, que desde 1973 es la base del sistema financiero global porque lo usan 11.000 bancos en 200 países o territorios para poder hacer transferencias.
SWIFT o Sociedad para las Telecomunicaciones Financieras Interbancarias Mundiales, en español, tiene su sede en Bélgica y está gobernada por una junta compuesta por 25 personas, incluido Eddie Astanin, presidente de la junta directiva del Centro de Compensación de Contraparte Central de Rusia.
SWIFT, que se describe a sí misma como una “utilidad neutral”, está incorporada bajo la ley belga y debe cumplir con las regulaciones de la UE.
El código SWIFT es una combinación alfanumérica de entre ocho y once dígitos que se emplea para identificar el banco de destino de una transferencia bancaria internacional.
En conjunto, arman una red de alta seguridad que conecta a miles de instituciones financieras de todo el mundo y es clave para habilitar la "opción nuclear" en materia económica, que se reclama para castigar a Rusia tras la invasión a Ucrania.
Rusia fuera del sistema financiero mundial
En los hechos, implicaría cortar a Rusia del sistema bancario mundial.
En conferencia de prensa, el presidente de Estados Unidos Joe Biden afirmó hoy que su par ruso, Vladimir Putin, "eligió la guerra y sufrirá las consecuencias", a la vez que anunció nuevas sanciones frente a lo que calificó como un "asalto brutal" contra Ucrania.
Sin embargo, el Presidente de Estados Unidos fue claro en la conferencia de prensa al destacar que "por ahora" no dejarán afuera del sistema SWIFT a Rusia, a pesar de las reiteradas preguntas de los periodistas sobre ese tema.
En este sentido, manifestó que sacar a Rusia de la red interbancaria Swift seguía siendo "una opción" pero que "actualmente no es una posición" compartida por los europeos y aseguró que las otras sanciones financieras anunciadas tendrían "tanto o más impacto" que esa medida solicitada por Ucrania.
Y es que hay un dato clave que tienen claro tanto los funcionarios europeos como rusos: si se cortan las trasferencias de dinero, también el país que comanda Vladimir Putin dejará de mandar petróleo, gas y materias primas a Europa, siendo este último totalmente dependiente de esos insumos.
¿Europa sin gas?
En la actualidad, el sistema SWIFT es utilizado por más de 11.000 instituciones financieras para enviar mensajes y órdenes de pago seguros.
Al no existir una alternativa aceptada en todo el mundo, es un conducto esencial para las finanzas mundiales.
Sacar a Rusia de SWIFT sería un duro golpe para su economía, ya que obstaculizaría su capacidad de recuperar las ganancias de las exportaciones de petróleo y gas, que representan más del 40% de sus ingresos.
De hecho, en 2020 Rusia representó el 1,5% de las transacciones en la plataforma.
Pero tal como dijo un funcionario de la Cámara Alta del parlamento ruso esta semana, si desconectan a Rusia del SWIFT, no recibirá divisas, pero "los compradores, los países europeos en primer lugar, no recibirán sus mercancías: petróleo, gas, metales y otros componentes importantes".
Los gasoductos que maneja Rusia proporcionan hasta el 40% del consumo europeo de gas.
También sería un golpe para los bancos europeos, que son los más expuestos a Rusia.
El Raiffeisen Bank International de Austria, Societe Generale de Francia y el italiano Unicredit, son algunos de los más complicados.