Definitivamente a los rusos la guerra contra Ucrania se les ha puesto cuesta arriba. Ante esta dura verdad, con un Putin que ya no aparece para admitir el descalabro, son sus voceros los que ya no pueden esconder que el único objetivo de los ataques a instalaciones eléctricas es el de adelantar las negociaciones para una tregua.
El Político
"La falta de electricidad y calefacción en muchas regiones de Ucrania es consecuencia de las acciones de las autoridades de Kiev, que se niegan a negociar", reconoció Dmitri Peskov, portavoz del Kremli.
A juicio de los ucranianos las condiciones que Moscú ha puesto sobre la mesa capitular en realidad lo que buscan es una capitulación.
"La parte ucraniana carece de voluntad para resolver el problema, para entablar negociaciones. Además, de la actitud ya mostrada de abandono de los entendimientos ya acordados en el texto. Algo de lo que también hay que hablar», dijo hoy Peskov.
En referencia a la ruptura de los contactos tras el fracasado definitivo de las negociaciones el pasado 29 de marzo en Estambul.
Por esa razón Rusia quiere que Washington a empuje a Kiev "hacia la diplomacia".
"Si Estados Unidos fuera capaz de tener en cuenta las preocupaciones de Rusia, podría alentar a Kiev a volver a la mesa de negociaciones si quisiera", señaló Peskov.
No obstante en su habitual comparecencia ante la prensa, reiteró el argumento de que los bombardeos "se realizan sobre aquellas instalaciones de infraestructuras que están directa o indirectamente relacionadas con el potencial militar de Ucrania y el régimen ucraniano".
Por qué es importante
Atrás quedaron las expresiones del dictador ruso en el sentido de que los disparos con misiles y bombardeos en territorio ucraniano tienen como objetivo instalaciones de carácter exclusivamente militar.
Sabiendo que esos ataques han golpeado infraestructuras civiles, principalmente energéticas, que han dejado sin luz, agua y calefacción a decenas de miles de ucranianos.
Nueve meses de ataques inmisericordes sólo han servido para acerar la voluntad de ese pueblo y convertido a su presidente Volodímir Zelensky en una especie de héroe universal. Quizás la gota que puso fin al intento de Vladímir Putin lo constituyó el rescate de Jersón por parte de las tropas ucranianas.
En contexto: Las condiciones de Zelenski
En su discurso por teleconferencia a los participantes en la cumbre del G20 en Bali, el presidente Volodímir Zelenski presentó las propuestas de Ucrania para lograr la paz con Rusia, que incluyen 10 puntos, el principal la retirada de las tropas rusas de todos los territorios ocupados en Ucrania, incluida Crimea.
Pero también pidió seguridad radiológica y nuclear, seguridad alimentaria y energética, liberación de todos los prisioneros, restablecimiento de la integridad territorial del país, cese de hostilidades y reparaciones de guerra.
La respuesta de Rusia
La respuesta de Rusia se produjo por vía de la acción y de las declaraciones de sus voceros.
Por vía de la acción, el martes desencadenó el peor bombardeo masivo de misiles desde el comienzo de la invasión. Lo que continuó haciendo este viernes.
Paralelamente, el Ministerio de Exteriores ruso emitía una declaración en la que calificaron como "inaceptables" las condiciones de Kiev para reanudar las negociaciones.
Para el titular de ese depspacho, Serguéi Lavrov, las condiciones de Zelenski son "poco realistas".
Mientras que Peskov, como vocero del Kremlin, dijo que la declaración de Zelenski "significa que en realidad no quiere ni puede negociar nada".
"De manera que la Federación Rusia conseguirá sus objetivos mediante la continuación de la operación especial militar".
Eufemismo con el que las autoridades rusas se refieren a la actual guerra en Ucrania.
Ya anteriormente uno de sus negociadores, Vladímir Medinski, dejó claro que Moscú no renunciará a Crimea y Dombás. Lo que hecha por tierra toda posibilidad de acuerdo. Especialmente por que Rusia se anexó, además de Donetsk y Lugansk, a Jersón y Zaporiyia.
En conclusión:
Rusia, ante los reveses en el campo de batalla, presiona para conservar las regiones que se anexó, ilegalmente por decreto.
Sus últimas declaraciones dejan ver que a la presión sobre la población civil (atacando instalaciones esenciales para el suministro de servicios básicos como agua y energía), se una la estrategia diplómática de presión sobre los aliados de Ucrania para que la obliguen a negociar.
Especialmente sobre EEUU.
"Washington dice que si no hubiera bombardeos rusos no habría tenido lugar la caída de un S-300 de la defensa aérea de Ucrania en Polonia. Pero si aplicas esta lógica, entonces habría que revisar la situación en otra dirección y tendríamos que concluir que si no se hubiese producido una total falta de disposición por parte de Estados Unidos y la Alianza a abordar las preocupaciones de Rusia, no se habría llevado a cabo una operación militar especial en Ucrania", recalcó Peskov.
Fuente: Agencias