El viceministro de Exteriores ruso, Andrei Rudenko, amenazó a Japón después de que el Gobierno nipón anunciara que va a duplicar el gasto militar en los próximos cinco años.
El Político
“Advertimos que si esta práctica continúa, nos veremos obligados a tomar medidas de respuesta adecuadas para bloquear las amenazas militares a Rusia”, alertó el viceministro de Exteriores ruso, Andrei Rudenko.
Por este motivo, desde Moscú se ve imposible establecer un diálogo para un tratado de paz con Japón por el “curso antirruso” que siguen, según su percepción, las autoridades niponas.
“Es absolutamente obvio que es imposible discutir la firma de un documento de este tipo con un estado que adopta posiciones abiertamente hostiles”, aseguró Rudenko a la agencia Tass.
¿Por qué es importante?
Rusia considera el Gobierno japonés dirige “amenazas directas” contra Moscú, mientras que no encuentra señales de que “Tokio se esté alejando del curso antirruso o cualquier intento de rectificar la situación”, reportó Infobae.
En contexto
La reacción de Rusia viene después del anuncio del primer ministro, Fumio Kishida, de duplicar el gasto militar durante los próximos cinco años. Ese gasto se incrementará hasta alcanzar el 2% del PIB en el año 2027, rompiendo así el techo establecido en el 1%.
Esta decisión supone la ruptura del pacifismo que mantenía Japón desde la Segunda Guerra Mundial.
Ahora, con este cambio, Japón se convertirá en la tercera potencia militar del mundo en términos de presupuesto de Defensa, solo por detrás de Estados Unidos y China, según cálculos efectuados por Asia News. Un crecimiento que, vista la respuesta, no ha gustado a Rusia.
Entre líneas
Rudenko lamentó que Japón lleve a cabo un “desmantelamiento completo” de la cooperación “mutuamente beneficiosa” que han tenido ambos países durante muchos años. El aumento de gasto en Defensa por parte de Japón “abandona el desarrollo pacífico” de Japón, indican desde el Kremlín.
También indicó que Kishida “llevó a cabo un desmantelamiento completo de los resultados de la cooperación mutuamente beneficiosa acumulados durante muchos años”.
El viceministro de Exteriores ruso subrayó el aumento de gasto en Defensa de Japón, ya que asegura que “el abandono del desarrollo pacífico” del país asiático es “un serio desafío para la seguridad de Rusia y la región de Asia-Pacífico en su conjunto”.
”Llamamos la atención sobre la implementación acelerada por parte de la Administración Kishida del curso para abandonar el llamado desarrollo pacífico del país, que se ha declarado durante muchas décadas, y cambiar a los rieles de la militarización forzada”, cuestionó.
En contexto
Japón reclama las islas Kuriles del sur controladas por Rusia, que Tokio llama los Territorios del Norte, una disputa territorial que data del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando las tropas soviéticas se las apoderaron de Japón.
Los sistemas Bastion rusos, que tienen misiles con un alcance de vuelo de hasta 500 km (310 millas), se desplegaron en la isla de Paramushir, dijo a principios de diciembre el Ministerio de Defensa ruso.
“Los militares costeros de la Flota del Pacífico mantendrán una vigilancia las 24 horas para controlar el área de agua adyacente y las zonas del estrecho”, dijo.
El ministerio dijo que se instaló un campamento militar en Paramushir con instalaciones que permiten servicio durante todo el año, alojamiento, recreación y alimentación para el personal.
Este despliegue se produce un año después de que Rusia instalara los sistemas Bastion en la isla de Matua, en la parte central de la cordillera de Kuriles, dijo el ministerio en un comunicado.