Rusia ha acusado este jueves a Ucrania de enviar grupos armados a Crimea para perpetrar “actos terroristas” que el Servicio Federal de Seguridad (FSB) habría impedido en enfrentamientos que costaron la vida a dos militares rusos —uno del FSB y otro del ministerio de Defensa— en las noches del 6 al 8 de agosto.
En un comunicado oficial, el FSB aseguró haber evitado la ejecución de “actos terroristas preparados por la Dirección Central de Espionaje del Ministerio de Defensa de Ucrania” y dirigidos contra “elementos de infraestructura y abastecimiento vital de importancia crítica” de Crimea (la península anexionada por Moscú en 2014) con objeto de “desestabilizar la situación sociopolítica en la región” durante la preparación de las elecciones parlamentarias y regionales a celebrar el próximo septiembre.
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En Moscú, el presidente Vladímir Putin acusó a los dirigentes de Ucrania de “pasar al terror” con el fin de desviar la atención de sus ciudadanos de los problemas del país y para seguir “robando”. Putin afirmó que no iba a “pasar de largo” ante la muerte de los dos militares. “Este es un juego muy peligroso”, dijo el jefe del Estado al concluir una reunión con el presidente armenio, Serzhe Sargsián, en el Kremlin.
Putin anunció “serias medidas de seguridad suplementarias” y “no sólo técnicas” en Crimea y exhortó a Europa y a EE UU a “dar pasos concretos para ejercer su influencia” sobre las autoridades en Kiev, a las que acusó además de atentar contra la vida del dirigente de la autodenominada República Popular de Lugansk, Igor Plotnitski, herido en un atentado la semana pasada.
El presidente ruso calificó de “carente de sentido” su reunión con los líderes de Francia, Alemania y Ucrania —el denominado formato de Normandía— que debía celebrarse aprovechando la próxima cumbre del G20, en China. El “formato de Normandía” se limita a los conflictos en las regiones orientales de Ucrania (Donetsk y Lugansk), parte de las cuales están controladas por los insurgentes prorusos. Sin embargo, el “formato de Normandía” no aborda la situación en Crimea, que Moscú se ha negado en redondo a debatir con interlocutores internacionales por considerar que la península le pertenece de forma irreversible. Según el derecho internacional y la ONU, Crimea es parte de Ucrania.
El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, calificó de “fantasías” las acusaciones del FSB sobre la detención de saboteadores en Crimea. “Las acusaciones de la parte rusa a Ucrania de [practicar el] terrorismo en la ocupada Crimea se formulan de forma tan absurda y cínica como las afirmaciones de la dirección rusa, según la cual no hay tropas rusas en Donbás, las regiones de Donetsk y Lugansk”, dijo el jefe del Estado ucraniano. Por su parte, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Alexandr Turchínov, dijo que el comunicado del FSB era “una declaración histérica y falsa”, un “desvarío provocador” y un “elemento de la guerra híbrida que Rusia mantiene contra nuestro país”.
El tránsito (en coche y a pie) desde Crimea a la parte peninsular de Ucrania se realiza por el istmo de Perekop, donde hay tres puestos de control (Chongar, Chaplinka y Kalanchar) que, por decisión de los guardafronteras rusos, estuvieron largas horas cerrados durante el pasado fin de semana. El cierre causó una aglomeración de viajeros junto a los controles y dio origen a diversas conjeturas explicativas en los medios ucranianos, entre ellas la de una huida de desertores rusos y la realización de ejercicios militares rusos en territorio de Crimea.
Explosivos en vacaciones
Según el comunicado del FSB, un “grupo de saboteadores” fue detectado en la noche del 6 al 7 de agosto en las cercanías de la ciudad de Armiansk (cercana al puesto de control de Kalanchar) y en el tiroteo que se produjo al intentar detenerlos pereció un funcionario del FSB de Rusia. En el lugar de los combates fueron detectados, según el FSB, 20 cargas explosivas con una capacidad equivalente de 40 kilos de trotilo, así como otro armamento utilizado por los cuerpos especiales de las Fuerzas Armadas de Ucrania. A resultas de las medidas adoptadas, el FSB asegura que ha sido “liquidada una red de agentes de la Dirección Central de Espionaje del ministerio de Defensa” de Ucrania y haber detenido a ciudadanos ucranianos y rusos que “están confesando”, entre ellos un tal Yevgueni Panov, perteneciente al mencionado departamento.
Además, según el FSB, el 8 de agosto “grupos de saboteadores y terroristas” hicieron otros dos intentos de penetrar en Crimea, contando con cobertura de “tiroteos masivos” y “equipo blindado” de las Fuerzas Armadas de Ucrania. En el curso de los combates habría perecido un militar del ministerio de Defensa de Rusia. Según el comunicado se habían tomado “medidas suplementarias de seguridad” en las zonas de vacaciones y para custodiar la infraestructura y se había “reforzado el régimen de fronteras”. Narimán Dzheliálov, uno de los dirigentes del Mezhlis de los tártaros de Crimea (órgano de autogobierno prohibido por Rusia), dijo, en un comentario en las redes sociales, que en las cercanías del istmo de Perekop se ha concentrado equipo militar ruso.
Con información de El País