Aunque de los rusos puede esperarse cualquier cosa, todo parece indicar que planea retirarse de la ciudad de Jersón y jugar como una evacuación civil, informaron este viernes funcionarios occidentales.
El Político
Las tropas de Putin se encuentran en etapas avanzadas de preparación para la retirada, comentaron los funcionarios, tras trasladar reclutas a la ciudad para cubrir las espaldas de los soldados que huían y reforzaron las defensas al otro lado del río Dniéper.
A los 70.000 residentes que habitan en la orilla oriental del río Dnipro en Jersón, controlado por Rusia, les ordenaron abandonar sus hogares debido al inminente peligro.
Ucrania sostiene que las evacuaciones representan un crimen de guerra porque los civiles están siendo deportados por la fuerza del territorio ocupado.
Si bien no se ha hecho una llamada final, los funcionarios creen que los comandantes rusos decidieron que "no vale la pena defender" Jersón. Por lo optaron por huir a mejores posiciones a través del Dnipro. Pues estiman que mejorará sus posibilidades de resistir cuando caiga el invierno.
Hablaron mientras surgían imágenes de Jersón, publicadas por Daily Mail, que mostraban que una bandera rusa que había estado ondeando sobre el ayuntamiento durante meses desapareció repentinamente.
Mientras tanto, el coronel general Alexander Lapin, jefe del distrito militar central de Rusia que ahora se cree que es responsable de las defensas en Donbás, "probablemente" fue despedido.
Por qué es importante
Rusia está reduciendo la presencia de sus efectivos en la primera ciudad que lograron ocupar durante la invasión que comenzó el pasado febrero.
Según la forma de juzgarla, bien podrían ser buenas noticias o la más terrible de todas: al fin y al cabo, ¿Realmente Rusia va a replegarse sin dar un solo disparo, apelando, como había hecho semanas antes en Járkov, a la ‘buena voluntad’?
Lo que genera el temor a que los hombres de Putin detonen una ‘bomba sucia’ o exploten una represa e inunden las ciudades de la región en un ataque de bandera falsa.
En contexto
Descontento de Putin
Se produce después de que el general Lapin recibiera fuertes críticas tanto de Ramzan Kadyrov como de Yevgeny Prigozhin, leales a Putin y de línea dura, por las fallas percibidas desde el comienzo de la guerra.
La noticia de la retirada de Rusia de Jersón sigue a semanas de informaciones contradictorias sobre la situación allí, con Rusia insinuando que la ciudad está a punto de caer mientras Ucrania insiste en que Putin la está reforzando.
Para complicar la situación, hay un apagón casi total de noticias de las fuerzas ucranianas en el frente mientras intentan romper las defensas rusas.
Hace dos semanas, había esperanza de que la ciudad estuviera a punto de ser liberada cuando el general Surovikin, jefe de las fuerzas rusas en Ucrania, advirtió sobre una situación ‘tensa’ y comenzó a evacuar a los civiles.
Pero a medida que pasaban los días sin señales de un avance ucraniano, Kiev comenzó a informar que el clima húmedo y el barro estaban obstaculizando su avance.
Juego de desinformación
En medio de los informes contradictorios, algunos han sugerido que Moscú está jugando a la desinformación para atraer a Ucrania a una trampa mortal.
Funcionarios occidentales, que hablaron bajo condición de anonimato el jueves, intentaron aclarar la situación diciendo que Rusia está planeando una retirada "ordenada, bien planificada y deliberada" a la orilla este del Dniéper.
Los comandantes de Rusia ya cruzaron el río, agregaron, dejando atrás una fuerza de tropas regulares, en su mayoría reclutas, para enfrentar a los ucranianos.
Sin embargo, se negaron a decir cuándo podría tener lugar la retirada y admitieron que los avances de Ucrania han sido "lentos", lo que probablemente será aún más lento a medida que el clima más húmedo convierta el suelo en barro.
¿Una trampa en Jersón?
El vicepresidente del consejo regional de Jersón, Yurii Sobolevskyi, dijo al medio CNN, que las informaciones sobre repliegues eran "más como una trampa", pues no veía un "repliegue en masa".
Uno de los focos de preocupación de Kiev es Nueva Kakhovka. La presa y central hidroeléctrica, aguas arriba de Jersón, es un punto extremadamente sensible que ha registrado ataques esporádicos. Se teme que el incipiente atrincheramiento ruso en esa posición, en la orilla este, ponga en peligro a muchas personas en esa región.
"Falsa Bandera" de Rusia
Kiev teme que Rusia sus planee atacar la represa Kakhovka, una instalación de 100 pies de alto y dos millas de largo y desatar un embalse del tamaño del Gran Lago Salado en el sur de Ucrania, inundando pueblos y aldeas, varios de los cuales las fuerzas rusas tomaron en el comienzo de la guerra.
Ucrania dijo que las repetidas afirmaciones rusas de que Ucrania está preparando un ataque a la represa, que regula el suministro de agua a la península de Crimea anexada y la planta de energía nuclear de Zaporizhzhia, es una señal de que Rusia estaba considerando organizar un ataque y culpar a Kiev y a aliados occidentales.
Moscú también acusó a Ucrania de planear usar la llamada "bomba sucia" para propagar la radiación en la provincia de Jersón.
Para Ucrania las acusaciones de que planee usar tales tácticas en su propio territorio son absurdas. Por lo que sospecha que Rusia podría estar planeando tales acciones para culpar a Kiev.
Lo que sigue
Perder la ciudad de Jersón, la única capital regional que las fuerzas rusas han capturado desde febrero, sería la pérdida más humillante que ha sufrido Putin hasta ahora.
Por lo tanto, la inteligencia militar ucraniana espera una batalla fiera por el control de una de las ciudades que Rusia considera como propia.
Este hecho simbólico, y la importancia estratégica de la localidad -como llave que permite el acceso a Crimea y a otras ciudades orientales bajo control ruso-, hacen improbable, a ojos de Ucrania, que Rusia renuncie a dar batalla.
Fuente: Agencias