Ruanda lanzó este viernes un servicio de distribución de medicamentos y sangre mediante drones, lo que le convierte en el primer país del mundo en utilizar aviones no tripulados para repartir material sanitario.
Los drones, operados por la empresa estadounidense Zipline, distribuirán sangre a cinco hospitales, que se ampliarán a 21 en el plazo de un año.
Los aviones no tripulados tienen capacidad para transportar hasta 1,5 litros de sangre, que liberan con la ayuda de pequeños paracaídas.
Pueden realizar hasta 150 repartos cada día y no aterrizan hasta que vuelven a la base, tras haber completado su reparto.
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, inauguró hoy la puesta en marcha del servicio en el distrito de Muhanga, en el sur del país.
Kagame se mostró convencido de que este modelo de negocio se podrá aplicar a muchas otras industrias "más allá de los servicios médicos", dijo.
"Los ruandeses han aprendido a abrazar la innovación, especialmente cuando está claro que puede ayudarnos a resolver los desafíos a los que nos enfrentamos", añadió, en alusión al hincapié que hace su Gobierno en el desarrollo tecnológico.
Esta tecnología podría impulsar grandes cambios en el sistema sanitario ruandés al reducir el tiempo de reparto de sangre, plasma o coagulantes en la Ruanda rural de cuatro horas a 15 minutos.
Los drones de Zipline vuelan a una altura por debajo de los 152 metros y pueden viajar en un radio de 150 kilómetros de distancia.
Con información de EFE