La presidenta destituida de Brasil, Dilma Rousseff, advirtió que en su país aumentará la represión por parte de "una banda de putschistas que no soporta que su verdadera naturaleza sea revelada a los ojos de Brasil y del mundo entero”.
Rafael Rodríguez / El Político
El senado brasileño destituyó a la mandataria (60 votos contra 20) por la violación de leyes presupuestarias, por lo cual el vicepresisente Michel Temor asumió el poder político del país.
“La ironía es que más de un tercio de los senadores están acusados o bajo sospecha de prácticas delictivas mientras que Dilma Rousseff no fue condenado por corrupción, sino por acrobacias contables que habían sido utilizadas impunemente por sus predecesores”, señaló el diario suizo ‘Le Temps’ al dar cuenta de la noticia.
LEA TAMBIÉN: Fiscales brasileños piden a Presidencia evaluar los regalos de Lula Da Silva
Roussseff deploró que la democracia brasileña haya sido violentada e insistió en su temor de que las manifestaciones populares puedan ser reprimidas violentamente.
“Cuando un país se encuentra frente a un putsch basado en un fraude -sin ningún crimen qué responsabilizar-, con un gobierno ilegítimo, putschista y usurpador, ¿qué pasa entonces? La rebelión de la gente frente a esa ruptura democrática se expresa con manifestaciones pacíficas”, dijo y agregó “con un golpe de Estado, la tendencia es a reprimir a esos manifestantes.
Con información de Swissinfo,ch