Rick Scott es uno de los nombres que suena entre los potenciales precandidatos republicanos en la carrera presidencial del 2024. Su capacidad para seducir a la base que simpatiza con Trump es todo un acertijo.
El Político
El Senador Rick Scott tiene una carrera electoral impecable. Ganó cada una de las elecciones en las que ha participado. Ahora se le menciona entre los potenciales aspirantes del partido republicano en las del 2024.
Para lograr la nominación debe conquistar a los simpatizantes de Trump y al stablishmente, un reto nada fácil en el momento actual.
Según un análisis del portal especializado POLITICO a Scott el universo MAGA le está resultando esquivo.
"El multimillonario convertido en político está tratando de construir su propia marca nacional antes de una posible candidatura a la presidencia. Pero algunas de las primeras acciones- incluyendo un reciente giro que le aleja de Trump- no le agradan a la base", apunta el medio.
Discurso inconsistente
En opinión de Tony Fabrizio, principal encuestador de Trump para 2020 y antiguo asesor de Scott, "lo que ha hecho desde las elecciones ha sido confuso".
"Vota para no certificar Pensilvania, y al otro día dijo que Biden obviamente ganó las elecciones. Defiende a Trump en el juicio político, pero también defiende a Liz Cheney. Creo que la verdadera pregunta es ‘¿en qué demonios están pensando?", comenta.
Aunque Scott ha sido imbatible desde que se presentó por primera vez a un cargo estatal en 2010, el tono y la dirección del GOP (Grand Old Party) bajo Trump ha cambiado.
Un GOP diferente
El partido republicano de Trump es en gran medida ajeno a Scott. Que es un ex ejecutivo de la salud que abraza a los grupos de discusión y se adhiere a los puntos de conversación del día. Si se le suma lo que se considera "falta de carisma", podría resultar problemático para sus aspiraciones rumbo a la Casa Blanca.
Scott, ex gobernador de Florida por dos mandatos y actual senador junior del estado, fue uno de los primeros políticos del establishment en apoyar la candidatura de Trump a la presidencia.
Un favorito del Tea Party, Scott presidió un super PAC pro-Trump en 2016 que recaudó 20 millones de dólares. Fue de los que arremetió contra el segundo juicio politico (impeachment) a Trump. Y de lo que desafió la certificación de las elecciones de 2020.
Tomar distancia
Pero en recientes declaraciones públicas, Scott ha puesto distancia entre él y Trump. Por ejemplo sostiene que la guerra interna de los republicanos está "cancelada", cuando Trump planea abiertamente la venganza y los posibles desafíos primarios contra sus críticos.
Scott como nuevo jefe del brazo de campaña del Senado del Partido Repubicano sostiene que favorecería a los titulares sobre los retadores. Lo que en gran medida cierra la puerta a que la organización apoye a los insurgentes respaldados por Trump.
Para el representante estatal Anthony Sabatini, un republicano del área de Orlando, "A los ojos de los votantes de Trump, Scott juega sobre seguro".
"Seguro que está con Trump en muchas votaciones y temas. Pero no está presionando en el Capitolio en nada ni fijando la agenda de discusión como lo hacen otros", apunta.
Encuestas en contra
Un par de encuestas recientes también muestran que Scott no lo tiene fácil.
El sondeo de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) del fin de semana pasado ubica a Scott con menos de medio punto porcentual. Mientras que Ron DeSantis, un viejo rival de Scott, sacó el 43% si el ex presidente no se presenta en 2024.
En otro estudio realizado el mes pasado por el encuestador republicano de Florida Ryan Tyson, el 69 por ciento de los republicanos veía la actuación de Scott como "muy o algo favorable". Frente al 84 por ciento de DeSantis, y el 83 por ciento de Trump.
Scott ni siquiera fue incluido en la encuesta realizada el mes pasado por el encuestador republicano Patrick Ruffini. En la que analiza un escenario potencial sin Trump en 2024.
Puntos a favor
Sin embargo, algunos veteranos de la política de Florida, advierten que no hay que prestar demasiada atención a los primeros números de 2024. Scott ha sido un gigante en la última década en la política de Florida.
Lo han visto utilizar su fortuna para eliminar a rivales que comenzaron la carrera electoral como favoritos en el pasado. Acumula un impresionante récord de 3-0 en las carreras políticas en el ámbito estatal. Un número que se eleva a 4-0 si se cuenta que Scott eliminó al Procurador General republicano favorecido por el establishment, Bill McCollum, en las primarias para gobernador del GOP en 2010.
Para ellos, el mensaje es claro: duden de Rick Scott por su cuenta y riesgo.
Contendor a tomar en serio
Para Brian Ballard, un cabildero con sede en Florida que estuvo cerca de Scott cuando era gobernador y es cercano a Trump, "Rick Scott tiene un cementerio político plagado de opositores que no lo tomaron en serio".
"No sé si la CPAC es la audiencia más reveladora del mundo para saber quién va a ser el próximo nominado, o lo que sea. Creo que Scott será capaz de resonar con los votantes de Trump cuando llegue el momento", añadió Ballard. "Al igual que lo hará Marco Rubio. Igual que lo hará Ted Cruz. Todos tienen su lugar".
Por su parte Chris Hartline, un portavoz del Comité Senatorial Republicano Nacional que anteriormente trabajó para Scott en su oficina del Senado de Estados Unidos, resumió su opinión en un mensaje de texto. "Rick Scott está centrado en una cosa: salvar al país del socialismo recuperando el Senado de Estados Unidos. Cualquier sugerencia o historia más allá de eso es tonta".
Susie Wiles, que ha dirigido las dos campañas de Trump en Florida y asesoró a Scott en sus anteriores contiendas, dice que podrá abrirse paso entre las bases de Trump cuando vuelva a centrarse en su propia política.
"Rick Scott está centrado en ser senador en este momento, y de ganar elecciones para otros senadores republicanos", dijo. "Cuando decida centrarse en otra cosa, tendrá éxito. Siempre lo ha tenido".
Brian Burgess fue director de comunicaciones de Scott cuando resultó electo gobernador por primera vez en 2010. Considera que su antiguo jefe nunca se basó en una retórica política "elevada" para energizar a los partidarios.
"Su fuerza está en la ejecución metódica de un plan estratégico, y luego vivir o morir por los resultados. Eso es lo que es. Si decide presentarse a la presidencia dentro de unos años, será porque hay un gran número de estadounidenses hambrientos de ese tipo de liderazgo. No porque pueda ‘superar’ a otros posibles candidatos".
Complacer a dos señores
A Scott le ha costado ganar terreno entre los votantes más fieles a Trump en comparación con otras estrellas republicanas en ascenso. También ha sacudido los rincones del establishment del partido.
Al asumir la dirección de la NRSC, un puñado de altos cargos del personal se trasladó y fue sustituido por los propios ayudantes de Scott de toda la vida. Scott sustituyó al personal sin informar a la dirección del Senado.
"Está tratando de complacer a dos señores", dijo Fabrizio. "En estos tiempos, no sé cómo se puede hacer eso".
Un consultor del Partido Republicano de Florida dijo que el fracaso de Scott para obtener el apoyo de los votantes de Trump y las disputas con el establishment, podrían dejarlo sin timón político de cara al ciclo electoral del 2022, en el que se encargará de dirigir las campañas del Senado republicano.
"El problema es que no tiene una linea.Tratar de ser una pieza de Trump no está funcionando. Tratar de ser un líder en el Senado tampoco está funcionando. Entonces, ¿qué hace? Pues pensar que sólo se trata de ganar carreras, que es una cosa que sabe hacer bien".