Para Angela Davis no hay duda. Las dos semanas de protestas en todo Estados Unidos contra el racismo y la brutalidad policial son un momento histórico. Hablar de racismo sistémico o estructural, a juicio de la prominente activista feminista afroamericana, ya no es algo minoritario, empieza a ser parte de la cultura dominante.
El Político
La histórica filósofa y activista afroamericana participó el pasado sábado en un debate y compartió sus reflexiones sobre la ola de protestas antirracistas que atraviesa Estados Unidos. Considera que es la expresión «más intensa» del antirracismo que ha vivido nunca el país, algo que achaca en buena medida a años de trabajo activista que ha logrado cambiar la mentalidad de buena parte de la población, desde los tiempos del Poder Negro, emponderamiento que lograron los afroamericanos en la década de los sesenta.
Davis participo el pasado sábado en un debate online organizado por los colectivos Rising Majority y el Movimiento por las Vidas Negras. A lo largo de la charla, en la que participaron varios activistas antirracistas, la célebre filósofa compartió su punto de vista sobre las causas que han confluido hasta el actual estallido social, el papel del activismo o las demandas del movimiento en estos momentos que, según aseguró la mujer de 76 años, se siente afortunada de poder presenciar tras toda una vida dedicada a la lucha por los derechos civiles.
«Sigo aprendiendo de las generaciones más jóvenes de activistas que están haciendo todo esto posible, permitiéndonos imaginarnos realmente lo que, como dijo Nina Simone, se puede sentir al ser libre», apuntó.
La esclavitud sigue vigente
Para la historiadora Annette Gordon-Reed todavía no ha sido posible erradicar los efectos de la esclavitud “y quisiera que la gente no pensara en la esclavitud como algo que no tiene nada que ver con nosotros hoy”
La supremacía blanca es un fenómeno mundial y se genera a partir del hecho de que durante siglos los europeos ejercen poder y dominación sobre las personas no europeas en el mundo.
Esta idea de la supremacía blanca no viene solamente de los estadounidenses y no se trata solamente del Ku Klux Klan o de estas expresiones extremistas.
Se trata de creer que las vidas de las personas blancas importan más que las de las negras y que las personas blancas son mejores que las negras. Y eso se manifiesta en muchas maneras, no solo en personas que se hayan unido al KKK.
Así lo expresa la estadounidense Annette Gordon-Reed, historiadora y abogada de la Universidad de Harvard y ganadora en 2009 del premio Pulitzer en la categoría de Historia. Es una de las académicas más reconocidas de Estados Unidos de América sobre la historia de las leyes de su país, con énfasis en la institución de la esclavitud.
Annette Gordon-Reed tenía 6 años cuando conoció la injusticia, porque aunque había pasado una década desde que la Corte Suprema determinó como inconstitucional la segregación en escuelas públicas, la ciudad en Texas, donde vivía con su familia, se resistía a cumplir el fallo. Sus padres tomaron la audaz decisión de inscribirla en una escuela “para blancos”.
Observa la historiadora que “La supremacía blanca no es una cosa exclusiva de Estados Unidos de América. No puedo imaginar que en Sudamérica no exista. Recuerdo que cuando estuve en Cuba en 2010 me insistían en que no había racismo allí, pero la gente negra con la que estaba cambió la expresión de su cara como queriendo decirme que no era cierto”.
Los derechos en la Constitución
Indica que la supremacía blanca en USA se manifiesta en hechos como, por ejemplo, en el tratamiento en lo que se refiere a la Segunda Enmienda de la Constitución que garantiza a los ciudadanos el derecho a poseer y portar armas. “Si un hombre blanco camina por la calle con un rifle automático no es un problema, pero si un hombre negro lo hace, probablemente lo arresten, e incluso pueden matarlo”.
“Así que, incluso con cosas consideradas como derechos, y sé que este ejemplo es difícil de entender para personas en otros países, como los derechos de la Segunda Enmienda no se cumplen de forma igualitaria. Los negros no pueden hacer las mismas cosas que hacen los blancos”, agrega.
“El tratamiento a personas que están bajo custodia también es diferente. No digo que no haya personas blancas maltratadas por la policía, pero generalmente hay un tratamiento diferente”.
También Gordon-Reed da como ejemplo el acceso a los servicios de salud para los blancos y los negros.
Con respecto a un posible vínculo entre la supremacía blanca y el poder, la abogada señala que hay una batalla en ese respecto, y pone por ejemplo la supresión del voto.
“La noción de que si suprimes el voto negro, cambias el curso de una elección. Hay personas que creen que eso es justificable. Y mucho de eso está basado en un ejercicio de poder basado en la raza, al tratar de impedir que los negros participen de manera igualitaria en el proceso político.
Es algo muy malo para un país que se describe a sí mismo como una democracia tener a grupos que consideran que no deberían votar.
Agrega que la esclavitud reforzó esto porque era un sistema mayoritariamente basado en la raza. “La supremacía blanca está mucho más extendida que solamente entre personas extremas que hieren a otros. Muchas veces las personas ni siquiera son conscientes de que tienen estas actitudes”.
Observa que “No es que estén intentando herir a nadie, sino que esa es la forma en que han crecido y piensan que ese patrón de pensamiento es natural para ellos, así que no lo cuestionan”.
Situación triste y alarmante
Para Gordon-Reed la actual realidad por las protestas por la muerte de George Floyd , “Es una situación triste y también creo que un poco alarmante. Hemos vivido un tiempo intenso aquí, con la pandemia seguida por las protestas y las marchas en contra de la brutalidad policial a lo largo del país”.
Expresa que “Ha sido preocupante la respuesta hostil a las manifestaciones en muchos de los lugares en los que se han llevado a cabo, con los funcionarios involucrándose en altercados atacando a gente que no está haciendo nada. Por supuesto, hay preocupación por saqueos en zonas como Manhattan. Es preocupante porque estamos atravesando un punto de presión y nadie sabe qué pasará”.
Al ser consultada sobre si se pueden trazar paralelismos con otros momentos históricos en Estados Unidos, responde que “Mucha gente está pensando en 1968, un año muy turbulento en Estados Unidos con protestas y disturbios que siguieron al asesinato de Martin Luther King y marchas en oposición a la Guerra de Vietnam y todo tipo de cosas que pusieron a la sociedad al límite”.
Manifiesta que “La década de 1960 podría servir como algún tipo de paralelismo, pero esto es diferente porque está envuelto en muchas cosas juntas. Tenemos algo parecido a la pandemia de la gripe española de 1918 y protestas como consecuencia de la brutalidad policial. Todas estas cosas están mezcladas”.
“No recuerdo un periodo en el que hubiese esta mezcla de elementos, y me siento dividida porque personalmente quiero que la gente haga escuchar sus voces y lo entiendo. Pero al mismo tiempo, me pregunto, mi Dios ¿esto incrementará el contagio de Covid-19?
Enfatiza la historiadora que “Siempre ha existido una dualidad en la historia de USA, esta suerte de aspiración por igualdad, pero la realidad es que nos hemos deshecho de la esclavitud, pero todavía hay grandes disparidades en las vidas de las personas de color comparado con las de los blancos en el país”.
Expresa que sólo hay que mirar “la diferencia entre el tratamiento que se les dio a las personas que acudieron al Parlamento en Michigan (hace unas semanas en protesta por el cierre por el coronavirus) con sus armas y gritaron a los policías en sus caras y nadie hizo nada. Y luego hay manifestantes que no están haciendo nada y son acosados. Así que hay una doble moral”.
La segregación continúa
Para Gordon-Reed en muchos lugares de USA hay una segregación de facto y pone como ejemplo los patrones de acceso a la vivienda “que están fuertemente establecidos de acuerdo a la raza, incluso cuando está en contra de la ley discriminar a personas negras en cuanto al acceso a la vivienda”.
“Hay estudios que muestran que dueños de apartamentos no tratan a los solicitantes negros de la misma forma que a los blancos. Y obviamente eso está en contra de la ley, pero no se debería tener que acudir a una demanda, utilizar la ley para obtener lo que otras personas obtienen como algo normal”.
Agrega que “Hay muchas maneras en que los procesos de acceso a la vivienda reflejan la intención de segregar. Hay vecindarios negros, hay vecindarios blancos y esto no sucede enteramente por elección. Mucho tiene que ver con las medidas que menciono, bajo las cuales las personas que venden casas no quieren atender a clientes negros”.
Observa que “La economía también juega un papel mientras los negros sean bloqueados del mercado laboral y no tengan acceso a ciertos trabajos. Incluso teniendo el dinero para comprar propiedad en ciertos lugares, existe la discriminación que mencioné antes. Así que, aunque no tenemos leyes que admiten la segregación, estos patrones persisten hoy en día”.
Explica que hay un vínculo entre la esclavitud y la brutalidad policial en Estados Unidos porque la práctica de vigilar y patrullar a personas negras y de hacerlo de forma excesiva obviamente comenzó durante la esclavitud.
Vigilancia permanente a los negros
Añade que “La esclavitud no solo se trataba de hacer que la gente trabajara sin un pago. Era un sistema de control social. Y los primeros grupos que podemos considerar como policías eran patrullas de hombres blancos que vigilaban a los esclavos para asegurarse de que aquellos que iban de una plantación a la otra tuviesen un pase o estuviesen habilitados para trasladarse”.
Así que esta idea de que la gente blanca debe estar supervisando las actividades de la gente negra es algo de vieja data. Y solo porque acabamos con la esclavitud, eso no significa que esa mentalidad no siga en pie.
Indica que “La verdad es que las comunidades negras están mucho más vigiladas y supervisadas que las comunidades blancas. Un ejemplo es la llamada "guerra contra las drogas", en la década de 1970, y el impacto dispar que tuvo en las comunidades negras”.
Manifiesta Gordon-Reed que “Los negros no fueron la pieza responsable por toda la compra de drogas en Estados Unidos, eso es un mito. Piense en muchachos en escuelas privadas y blancas que consumen drogas. No hay policías que los vigilen y los requisen. Es que están buscando en un sitio en particular y no están buscando actividad delictiva en otras zonas y las comunidades negras son mucho más vigiladas que las blancas”.
Creo que lo que está pasando ahora está abriendo los ojos de muchos que están viendo las protestas y cómo la gente está siendo tratada en ellas. Vi en una encuesta que más del 60% de la gente apoya las manifestaciones, a pesar de saber que en algunos casos ha estallado la violencia.
En líneas generales, la gente se ha dado cuenta de que matar a sospechosos negros se ha salido de las manos, y que está completamente fuera de control.
La supresión del voto en una democracia
Recuerda Gordon-Reed que aún existe la supresión del voto “que consiste en tomar medidas que se sabe tendrán un impacto dispar en una comunidad. Por ejemplo, mis padres solían quejarse de que, cada vez que había una elección, cambiaban el centro de votación en los barrios negros del sitio donde se suponía que iba a darse la elección. Y mientras tanto, el centro de votación permanecía intacto en los barrios de los blancos”.
“Ese tipo de tácticas están diseñadas para impedir que la gente vote. Lo hacen porque saben que, en su mayoría, los negros apoyan al Partido Demócrata, y cuando se les suprime así, el resultado de una elección puede verse afectado”.
El pasado de USA
Señala la historiadora que “Existe una tendencia a mirar hacia atrás y hacia los fundadores porque este es un país joven. Y los fundadores tienen un significado mayor, creo, en el nuevo mundo que en el viejo mundo. La gente recuerda los nombres de las personas que hicieron el país”.
“En cierto sentido, eso puede ser algo bueno porque le da a la gente un punto de referencia. Pero puede ser algo malo porque los fundadores no eran personas perfectas. Y vivieron en una era de esclavitud y en una era con otras formas de opresión que condenamos hoy en día”.
Sostiene que “que tiene sentido reconocer a quienes iniciaron las cosas, pero eso no significa que hay que seguir haciéndolas como ellos las hacían. Y asumir que tenían la razón y no cometían errores porque sí lo hacían.
El inicio de este país no fue solo grandeza, no fue así. No es poco problemático que en el inicio trajeran a un montón de gente para esclavizarla como parte del comienzo de nuestra cultura”.
¿Qué saca de este momento y hacia dónde puede ir el país?
Enfatiza en que “lo más importante es que la gente entienda que la esclavitud existió por más tiempo del que hemos tenido emancipación. Y no es posible erradicar todos los efectos de esto en el periodo entre 1865 y ahora”.
Existen todavía actitudes y ecos acerca de las personas negras y todas esas cosas se desprenden de lo que pasó durante los tiempos de esclavitud. Quisiera que la gente no pensara en la esclavitud como algo que no tiene nada que ver con nosotros hoy.
(Con información de BBC Mundo)