Con sus nuevas restricciones al comercio y los viajes a Cuba, Donald Trump busca golpear el bolsillo del régimen de Raúl Castro, pero corre el riesgo de debilitar a un naciente sector privado muy dependiente del turismo, dicen analistas.
Además de las sanciones comerciales contra las Fuerzas Armadas cubanas, Trump anunció nuevas restricciones en los viajes de estadounidenses a la isla, que su predecesor Barack Obama había flexibilizado al calor del histórico acercamiento que inició a finales de 2014 con el antiguo enemigo de la Guerra Fría.
Un retroceso que preocupa a muchas compañías estadounidenses como la cadena hotelera Starwood, que inauguró hace un año un Sheraton en Cuba.
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Expertos consultados por la AFP vaticinan una caída en Estados Unidos en las reservaciones de boletos de avión, cruceros y hoteles para visitar la isla.
"Para la economía cubana y el sector privado este cambio representa un gran golpe", señaló Michael Shifter, presidente de Diálogo Interamericano, grupo de reflexión con sede en Washington.
"Las nuevas medidas estarán atacando las dos únicas fuentes de crecimiento que actualmente tiene la economía cubana: el turismo y el sector privado", destacó el economista cubano Pabel Vidal, de la Universidad Javeriana de Cali, Colombia.
Fuente: AFP