El presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, anunció en la noche que la oposición será siempre bienvenida en la Casa de Nariño. Se trata de una declaración de principios del primer líder de izquierda que llega a esta sede en dos siglos de vida republicana.
El Político
Petro empieza así a arar el camino de la reconciliación política tras una campaña electoral, calificada por algunos como sucia, que dejó hondas heridas y que deben ser sanadas cuanto antes.
Petro se mostró cordial con su oponente Rodolfo Hernández, en particular, y sus diez millones de votantes, en general. Esta postura es coherente con el objetivo de lograr lo que el llama un ‘gran acuerdo nacional’ donde “haya el máximo de consensos” para beneficio de las familias del país, reportó El Tiempo.
Petro convocaría a sus contrincantes
“Si yo gobierno y el pueblo me da esa mayoría, lo convocaré a él y a todas esas fuerzas que están ahí a construir el gran acuerdo nacional para cambiar realmente el país y para construir justicia social y paz”, le había dicho a Hernández horas antes de ir a las urnas.
La primera vez que planteó su propuesta fue ante una variada mesa. “Aquí se ha encontrado gente de diverso origen y de todo tipo”, dijo.
“Desde el liberalismo, el conservatismo, las izquierdas, las sociedades, trabajadores, militares, artistas y etnias, diversas instancias del Poder Judicial”, dijo en ese momento.
La hora de hablar
Se trataba, sin embargo, de un anuncio de campaña. Anoche, de manera formal, Petro extendió la propuesta de conversar a quien vaya a liderar la oposición. Nombró al expresidente Álvaro Uribe y a Federico Gutiérrez, además de Hernández.
Para él es indispensable escuchar los puntos de vista de ellos. Además, anoche también quedó confirmada una pronta conversación entre Petro y el presidente Iván Duque, quien fue uno de los primeros en llamarlo para felicitarlo.
“Acordamos reunirnos en los próximos días para iniciar una transición armónica, institucional y transparente”, dijo el jefe del Estado.
Petro fue elegido como nuevo presidente para el periodo 2022-2026, con más del 50 por ciento de los votos. Es, sin duda, una votación histórica, con más de 11,2 millones de votos, pero también en números significa que representativamente la mitad del país tiene otro ideario político.