El ‘impeachment’ contra el presidente de EEUU, Donald Trump, sigue avanzando en la Cámara de Representantes. Este miércoles comenzaron las declaraciones de constitucionalistas ante el Comité de Justicia, en lo que constituye, de hecho, la antesala de la formalización de los cargos contra el presidente por sus presuntas presiones a su homólogo de Ucrania para que le ayudara en las elecciones de 2020, reseñó El Mundo.
El Político
El portal destaca que si el proceso sigue su curso, es posible que la semana que viene ese Comité formalice lo que se conoce como "artículos de impeachment" para que éstos sean votados en el pleno a finales de mes.
De puertas afuera, el ‘impeachment’ parece imparable. En una reunión a puerta cerrada en la que los legisladores no pudieron ni siquiera llevar sus teléfonos móviles, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, preguntó a sus correligionarios: "¿Están listos?"
De puertas adentro, la cosa es diferente. Doce congresistas demócratas han propuesto reemplazar el ‘impeachment’ por una ‘censura’, que es un procedimiento que nunca se ha llevado a cabo y que tiene mucho menor peso político e institucional. Y, según la web ‘Politico’, la respuesta de los representantes al llamamiento de Pelosi fue un rotundo "sí"… siempre, claro está, que se siga avanzando con cautela.
La razón la explican los números de un sondeo de la cadena de televisión CNN divulgado la semana pasada: el 50% de los estadounidenses apoya el ‘impeachment’ que, teóricamente, podría dar pie a la destitución del jefe del Estado y del Gobierno. Y un 43% se opone. Son exactamente las mismas cifras de hace un mes. Eso significa que las audiencias públicas del ‘Ucraniagate’ no han movido la opinión pública en lo más mínimo. Si acaso, han reforzado a la base de Trump. Sondeos internos del Partido Demócrata revelan que sus inesperados triunfos en las elecciones a gobernador en los estados de Kentucky y Louisiana habrían sido más holgadas si no hubiera habido ‘impeachment’.
La razón es que el Partido Republicano está totalmente identificado con Trump y afirma que todo es un escándalo falso destinado a servir de excusa para un golpe de Estado legal. El ‘Ucraniagate’, así pues, sería el ‘plan B’ tras el fracaso de la oposición demócrata con el ‘Rusiagate’. Como dijo el jefe de ese partido en el Comité de Justicia, Doug Collins, todo el escándalo no es más que la consecuencia "del odio hacia un hombre que llegó a la Casa Blanca y que hizo lo que dijo que iba a hacer". Detrás de Collins, una serie de carteles llevados ex profeso por los republicanos con leyendas como ‘El ‘impeachment’ de un presidente es deshacer una elección nacional’ daban a la sesión un aire más ‘mitinero’ que de investigación del jefe del Estado y del Gobierno.
Para juristas y apasionados por la política, la sesión ha sido un gran espectáculo televisado. Para la opinión pública, probablemente no haya tenido la menor relevancia. Tres de los asistentes, elegidos por los demócratas, defendieron el ‘impeachment’. El cuarto, Jonathan Turley, que había sido llamado por la minoría republicana, lo atacó. Su argumento no fue legal, sino más bien político: la investigación está yendo demasiado deprisa y no tiene el apoyo de la opinión pública. En cierto sentido, es un reconocimiento de los hechos. El ‘impeachment’ es un proceso político. Y, en la era de internet y de las redes sociales, de opinión pública, finaliza El Mundo.
Fuentes: El Mundo