Una reciente encuesta del Instituto de Investigación de la Religión Pública (PRRI) ha revelado que el 46% de los votantes republicanos apoya la utilización del ejército para detener a inmigrantes indocumentados en campamentos temporales hasta que puedan ser deportados.
En contraste, solo el 19% de los votantes independientes y un 8% de los demócratas respaldan este tipo de medidas.
El presidente electo, Donald Trump, ha manifestado su intención de recurrir al ejército para reforzar las operaciones de inmigración y llevar a cabo la deportación de criminales que han ingresado ilegalmente al país.
En una entrevista reciente, Trump calificó la situación migratoria como una "invasión" y expresó su disposición a utilizar tanto la Guardia Nacional como las fuerzas del orden locales para apoyar las acciones del ejército en este contexto.
Retrasos en el Sistema Judicial de Inmigración
El sistema judicial de inmigración en Estados Unidos enfrenta un alarmante retraso de 3,7 millones de casos, lo que ha llevado a un tiempo promedio de espera de cuatro años para resolver solicitudes.
Según datos del Centro de Investigación Pew, se estima que alrededor de 11 millones de inmigrantes indocumentados residen en el país, aunque Trump ha sugerido que esta cifra podría ser significativamente mayor, alcanzando hasta 21 millones.
Los retrasos en los tribunales migratorios han sido exacerbados por la falta de personal y recursos, lo que impide una resolución oportuna de los casos.
En este sentido, se han reportado más de 2,4 millones de casos pendientes en las cortes migratorias, lo que ha generado una situación crítica para aquellos que buscan asilo o regularizar su estatus.