El Gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) ha advertido que no cuenta con el presupuesto necesario para celebrar elecciones presidenciales a finales de este año, tal y como acordó con la oposición para poner fin a la crisis política en el país.
"Es difícil que podamos movilizar 1.800 millones de dólares para organizar las elecciones en 2017. Soy realista. Es imposible según los pronósticos y los ingresos disponibles (…). Pero no estoy diciendo que no habrá elecciones este año", afirmó el ministro congoleño de Presupuestos, Pierre Kangudia.
Según precisó, este es el presupuesto estimado por el Gobierno para poder llevar a cabo los comicios pactados el pasado 31 de diciembre tras intensas negociaciones.
El opositor Martin Fayulu, de la coalición Rassemblement, aseguró hoy a Efe que estas declaraciones son "irresponsables", ya que se acordó que el presidente Joseph Kabila permanecería en el poder hasta que se eligiera a su sucesor en elecciones previstas para finales de año y en las que no se podría presentar como candidato.
Por eso, exigió la dimisión del actual Gobierno para dar paso a nuevas negociaciones mediadas, de nuevo, por la Conferencia Episcopal Nacional del Congo (CENCO).
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Pese a que las elecciones presidenciales estaban previstas para diciembre de 2016, la Comisión Electoral y el Gobierno pidieron retrasarlas por motivos "técnicos", ya que, aseguraron, el censo está desfasado.
La oposición rechazó entonces el aplazamiento, al considerarlo un intento de Kabila, en el poder desde 2001, de mantenerse en el cargo en contra de la Constitución.
Las protestas para pedir la dimisión del presidente estallaron en septiembre pasado en Kinshasa, donde murieron más de 50 personas, y se prolongaron hasta diciembre, cuando otras 40 personas fueron asesinadas, según denunció la ONU.
En un intento de poner fin a la crisis, a finales de noviembre el líder opositor Samy Badibanga fue nombrado como primer ministro y anunció la formación de un nuevo Gobierno, que incluye a 67 ministros y viceministros, con figuras de la oposición y la sociedad civil y que pretende gestionar la transición para llevar al país hacia el proceso electoral.
Kabila ha dirigido el país desde 2001, cuando llegó al poder tras el asesinato de su padre, Laurent-Désiré Kabila, y ha vencido en las dos elecciones presidenciales celebradas hasta el momento (2006 y 2011).
Llamado a dejar su puesto tras dos mandatos de cinco años, límite fijado por la Constitución congolesa, Kabila podría convertirse en otro de los líderes africanos que intentan perpetuarse en contra de la ley, como sus homólogos de Burundi, Pierre Nkurunziza, o Ruanda, Paul Kagame.
EFE