La República de Congo acogerá el próximo 25 de enero una cumbre de jefes de Estado africanos para tratar de hallar una solución a la crisis bélica y económica que atraviesa libia, anunció hoy su ministro de Asuntos Exteriores, Jean Claude Gakosoo.
En declaraciones a la prensa tras reunirse hoy en Argel con su colega argelino, Ramtan Lamamra, el responsable congolés insistió en que el objetivo es "aportar una visión africana" para la resolución de "un conflicto africano".
"No se debe dejar a los demás que vengan y nos dicten sus soluciones. Nos corresponde a nosotros hallar por todos los medios una salida para una crisis que debe cesar. Los países africanos deben asumir su responsabilidad", afirmó.
Se debe ir hacia un "consenso más amplio con todas las facciones libias con el fin de poner fin a esta situación caótica que vive este país totalmente devastado", afirmó.
"Las discusiones que han conducido a la creación de un gobierno de unión nacional constituyen sin duda un paso adelante pero esto sigue siendo insuficiente y se ve en el terreno", subrayó.
"El país sigue profundamente divido y la situación sigue siendo dramática, con todas las consecuencias negativas sobre los países vecinos", agregó Gakosoo antes de instar a "los propios africanos a ayudar a ese país".
Víctima del caos y la guerra civil desde que en 2011 cayera la dictadura de Muamar al Gadafi, Libia tiene hoy dos gobiernos, ninguno de los cuales tiene plena legitimidad aunque ambos la reclamen.
El que está en Tobruk, apoyado por Rusia y Egipto, salió de los comicios de 2014, fue entonces reconocido por la comunidad internacional y aún hoy es el que ostenta la representatividad del país ante distintas instituciones, aunque su mandato expiró hace año y medio.
El de Trípoli se formó en abril tras el acuerdo de paz impuesto por la ONU y seis meses después no solo no ha logrado la legitimidad que le debe dar el Parlamento, ni siquiera controla la capital.
Este último ha recibido el apoyo, sin embargo, de la mayoría de las naciones europeas, en particular de Italia, uno de los países más implicados en el conflicto libio.
Con información de: EFE