Seis meses, seis ministros caídos. El Gobierno brasileño de Michel Temer perdió a su sexto integrante desde que asumió el poder en mayo, y esta vez se trata de uno de sus principales hombres de confianza: el responsable de la Secretaría de Gobierno, Geddel Vieira Lima. El presidente sigue así los pasos de su predecesora y antigua aliada, Dilma Rousseff, que destituyó o vio dimitir a ocho miembros de su Ejecutivo en su primer año y medio en el Palacio de Planalto.
Vieira Lima, más conocido como Geddel, ha presentado su carta de dimisión este viernes, justo una semana después de que otro ministro, Marcelo Calero, lo acusara de tráfico de influencias. En un movimiento que pilló desprevenido al núcleo duro del Gobierno, Calero entregó la cartera de Cultura el pasado fin de semana y atribuyó su renuncia a las presiones recibidas por aquel para autorizar la construcción de una torre residencial en una zona histórica de Salvador de Bahía.
"Me pareció tan absurdo que el ministro me llamara para determinar que yo autorizara un proyecto en el cual él tenía un inmueble… Te quedas atónito", denunció el ex ministro de Cultura el pasado sábado, en una entrevista concedida al periódico Folha de S. Paulo tras abandonar el cargo.
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Geddel, de 57 años, reconoció las conversaciones con Calero, de 34, y admitió haber comprado un apartamento en dicho edificio, cuyas obras están paralizadas por decisión del Instituto del Patrimonio Histórico y Artístico Nacional (Iphan). Sin embargo, el ya ex ministro de la Secretaría de Gobierno negó cualquier presión y rechazó irregularidades en su comportamiento.
En la carta, dirigida este viernes a su "fraterno amigo" Temer, con quien mantiene una relación personal y política hace décadas, Geddel se quejó del "sufrimiento"causado a sus familiares por las "críticas" recibidas en los últimos días. "Quien me conoce sabe que ése es el límite del dolor que soporto. Es hora de salir", ha admitido en el texto firmado desde Salvador. "De vuelta a Bahía", ha escrito, "sigo como ardoroso forofo de nuestro Gobierno, capitaneado por un presidente serio, ético y afable en el trato con todos, rogando que, bajo sus continuos esfuerzos, tengamos cada día un país mejor".
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Además de esos dos ministros, los cuatro que cayeron anteriormente lo hicieron en medio de polémicas por las injerencias de la clase política en la llamada ‘operación Lava Jato’, que investiga el escándalo de corrupción, sobornos y desvíos de cantidades millonarias en la empresa semi estatal Petrobras.
Con información de El Mundo
