Conforme a los más recientes registros del Banco Mundial, durante el año pasado de un inventario de 184 estados, 105 registraron números negativos en remesas y 58 se anotaron aumentos. En 21 países no variaron los ingresos por este concepto. Con el paso del Covid-19, en todo el mundo las remesas acusaron una baja de US$ 17 mil 479 millones, al pasar de US$ 719 mil 410 millones durante 2019 a US$ 701 mil 931 millones en 2020.
El Político
El diario digital mexicano El Financiero especializado en temas de economía y negocios despliega un amplio reportaje de la autora Natali Faxas sobre el movimiento de las remesas en la subregión. En su contenido indica que los pronósticos de inicio de la pandemia anunciados por el Banco Mundial apuntaban a un receso del 20% en las remesas que no se cumplió. Y que las naciones de ingreso bajo y mediano recibieron flujos de remesas por US$ 540 mil millones en 2020, apenas 1,6% por debajo de los US$ 548 mil millones de 2019.
Explica que los datos del año 2020 del organismo multilateral apuntaban que los ingresos de remesa en América Latina y el Caribe aumentaron 6.5 por ciento, en Asia meridional 5.2 por ciento y en Oriente Medio y Norte de África 2.3 por ciento. Sin embargo cayeron en Asia oriental y el Pacífico (7.9 por ciento), en Europa y Asia central (9.7 por ciento) y en África al sur del Sahara (12.5 por ciento).
La autora del reportaje cita a la copresidenta de la Asociación Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (KNOMAD) del Banco Mundial, Sonia Plaza, quien explica las causas en cuatro razones. A saber: resiliencia, iniciativas monetarias y empleabilidad; efectos económicos no tan graves y formalización de los canales de envío.
Las remesas salvaron a México de una caída más profunda en la economía, mencionó @E_Q_ en el foro #EFMeetPointVirtual. pic.twitter.com/0xZ3TQmLXZ
— El Financiero (@ElFinanciero_Mx) January 14, 2021
Remesas en movimiento pese al Covid-19
Respecto a la resiliencia, aduce que los migrantes latinoamericanos están acostumbrados a las grandes crisis, y frente a ellas, son más flexibles de moverse hacia otros sectores para encontrar trabajo. Además, tienen un fuerte deseo de apoyar a sus familias. “Hemos visto, por ejemplo, migrantes que en vez de vivir en un apartamento, diez se congregan para vivir juntos y todo lo que puedan ahorrar enviarlo a sus países”.
En cuanto a las iniciativas monetarias y empleabilidad, explica que la mayoría de los países donde se encuentran los migrantes, tomaron medidas de apoyo a las empresas y empleos, que permitieron la continuación de envío de remesas. También, muchos latinos continuaron trabajando como empleados en ocupaciones esenciales. “Han estado en todo lo que es servicio de limpiezas, hospitales, todo lo que da servicios a pesar del Covid-19”.
En relación con la afirmación de que los efectos económicos no fueron tan graves, hace ver que las proyecciones de caída de la economía durante 2020 iniciaron con un pronóstico del Fondo Monetario Internacional por -5.9%. Y terminaron con una caída real de -3.5% para Estados Unidos. “Quiere decir que el impacto económico que se esperaba era de que iba a ser muy fuerte, sobre todo en Estados Unidos, que es donde residen la mayoría de migrantes latinoamericanos. Se comportó de una manera más exitosa”. En términos generales, los ingresos por remesas que llegaron durantel 2020 por Estados Unidos no bajaron.
Finalmente se refiere al hecho de que se formalizaron los canales de envío. Apunta: “Muchos de los migrantes llevaban ellos mismos las remesas o las enviaban con un amigo, o con una compañía de transporte o una encomienda. Cuando se cerraron las fronteras, entonces enviaron a través de los mecanismos formales, ya sea bancos o empresas de remesas”.
Los salvadoreños en el exterior enviaron más remesas en mayo 2021 por la celebración del Día de la Madre, estableciendo un nuevo récord mensual de ingresos en este concepto. pic.twitter.com/mWVtBALSn1
— Banco Central SV (@bcr_sv) June 15, 2021
Remesas no significan desarrollo
El comportamiento de las remesas muestra la dependencia en materia económica de una comunidad que hace vida en los países desarrollados, en especial de Estados Unidos. Precisamente por las carencias que arrastra sus estados de origen. El 4.0 por ciento del PIB de México depende de las remesas y en República Dominicana, ese monto asciende al 10.6 por ciento, según el Banco Mundial.
“A los países y gobiernos les interesa que haya más remesas porque les ayuda con su cuenta corriente y balanza de pago, lo que necesitan son divisas y si se cierra el flujo por turismo, por lo menos existen las divisas de remesas”, explica Sonia Plaza.
No obstante la economista advierte que las remesas no son un sustituto para el desarrollo. Y recuerda que los migrantes no salen porque quieren, voluntariamente, sino porque buscan oportunidades de trabajo que no encontraron en sus países. “¿Podemos ver que los migrantes contribuyen con el desarrollo? Sí ¿Las remesas suplantan el desarrollo? No”, insiste.
Fuente: El Financiero