En una entrevista con NBC, el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, reiteró que en los primeros 100 días de su mandato enviará un proyecto de ley de inmigración al Senado "con un camino hacia la ciudadanía" para más de 11 millones de indocumentados, una promesa que lanzó durante la campaña y que los republicamos miran con recelo.
El Político
Biden ha dicho también que utilizará el poder ejecutivo para, por medio de decretos, deshacer lo actuado por el mandatario Donald Trump en los últimos cuatro años, cambios que modificaron el sistema migratorio estadounidense.
Pero si bien el compromiso despierta entusiasmo en la comunidad inmigrante, muchos comprenden que avanzar un proyecto de ley en el Congreso dependerá, en gran medida, del resultado de las elecciones de dos escaños clave que falta por resolver en el estado de Georgia.
Un dato a considerar es que hasta ahora, los republicanos han ganado 50 asientos en la Cámara Alta y los demócratas 48.
Si el partido de Biden triunfa en los comicios del 3 de enero, el empate será dirimido con el voto de la vicepresidenta electa, Kamala Harris, y los demócratas controlarán el pleno. Pero deberán negociar con los republicanos para aprobar leyes.
Y, en caso de que los republicanos ganen uno o los dos escaños en disputa, las negociaciones serán más difíciles porque la oposición tendrá una mayor capacidad política para presionar al nuevo gobierno.
La reforma de Biden
Biden ha hablado de “modernizar” la ley de inmigración y que para ello trabajará con el Congreso. En caso de no contar con el respaldo de ambas cámaras, Biden ha mencionado que deshará por medio de órdenes ejecutivas todo lo hecho por Trump desde enero de 2017 y fortalecerá el marco legal aprobado por el Congreso.
Entre los posibles decretos, expertos mencionan la recuperación de la política de asilo, el retiro de poderes extraordinarios otorgados a agentes fronterizos y regresarlo a los jueces de inmigración y la eliminación de restricciones impuestas a las cortes de inmigración.
También consideran posible el levantamiento de los obstáculos a la inmigración legal, la protección de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y la extensión y el otorgamiento de nuevos TPS a indocumentados de países con problemas y que necesitan el beneficio humanitario.
Es de hacer notar que la vía ejecutiva incluye, además, una moratoria de redadas y deportaciones y establecer nuevas prioridades de expulsión centrada en aquellos extranjeros que han cometido delitos criminales graves. Eso anularía lo decretado el 25 de enero de 2017, donde se estipula la permanencia indocumentada constituye una amenaza a la seguridad publica y nacional de Estados Unidos.
Para aprobar la reforma migratoria, Biden necesita 218 votos en la Cámara de Representantes y 60 en el Senado.
Qué dicen los republicanos
Los republicanos aguardan los resultados de Georgia para conocer cuánto capital político tendrán en el Congreso, el que utilizarán para negociar o presionar al nuevo gobierno a partir del 20 de enero de 2021.
“No creo que sea improbable que los demócratas ganen en Georgia”, dice Daniel Bucheli, un analista republicano. “Pero la reforma migratoria que envíen (los demócratas) al Senado dependerá de su contenido”, agregó.
“Sin duda un plan ‘parte por parte’ será más exitoso que un paquete gigantesco”, añade. En un Congreso dividido, advierte, como se encuentra ahora, “la reforma es improbable”.
Bucheli señala que, por lo general, en la elección de medio término “el partido en la Casa Blanca pierde una parte del control del Congreso, por lo que Biden tendrá dos años para conseguirlo”, si es que los demócratas toman el control del Senado.
En los primeros años de sus mandatos, Obama y Trump gobernaron con mayoría de ambas cámaras, que dos años más tarde perdieron. En ese período, no lograron los votos suficientes para aprobar sus respectivos planes migratorios, uno a favor de la legalización de indocumentados y el otro a favor de redadas, deportaciones y severas limitaciones a la inmigración legal.
Un importante sector moderado dentro del Partido Republicano dice que la reforma migratoria de Biden “depende del plan” y que la mejor oportunidad apunta hacia una reforma “por pedazos”, como menciona Bucheli.
“Si empiezan con una sección dentro de la reforma, por ejemplo, con los dreamers (DACA) y después tratar el tema de las visas para los trabajadores agrícolas extranjeros (H-2B), es posible que haya respaldo. Para esa vía existe apoyo en el senado”, dice Wadi Gaytán, portavoz de La Iniciativa Libre, un grupo que mueve un bloque moderado clave en ambas cámaras del Congreso.
“Y si hablamos en un plan más exhaustivo, como se menciona hasta ahora, el apoyo para una votación dependerá de los detalles”, agrega.
"Sea cual fuere el resultado en las elecciones de Georgia, los demócratas van a tener que negociar si quieren apoyo republicano. Pero será difícil conseguir votos para aprobar un plan que otorgue la ciudadanía a los indocumentados sin que ellos (los republicanos) se sientan confortables de que esa población (indocumentados) no va a seguir creciendo. No queremos que en otros 15 años tengamos el mismo problema que estamos viendo ahora”, explica.
Qué dicen los activistas
Organizaciones que luchan por los derechos de los inmigrantes esperan que desde el primer minuto, Biden cumpla con las promesas de campaña
“Confiamos en que lo someterá, que lo hará, enviará una propuesta de reforma migratoria al Senado como lo ha prometido”, dice Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA).
Fuente: univision