En México "estamos en una crisis" de violencia de género comprobada con datos estadísticos "alarmantes", señaló Wendy Figueroa, directora general de la Red Nacional de Refugios, al asegurar que "dos de tres mujeres viven violencia" en el país.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Erradicación de la Violencia Contra la Mujer, Figueroa aseguró a Efe que en México "sigue habiendo impunidad y no hay acceso a la justicia para las mujeres".
Afirmó que "hay estados que no han instalado la alerta de violencia de género cuando es urgente instalarla".
Figueroa expuso el testimonio de una mujer que se acercó a la Red buscando apoyo hace siete años luego de que su exnovio la bañara en gasolina y le prendiera fuego.
La víctima refirió que cuando los vecinos se aproximaron por sus gritos, inicialmente se negaron a llevarla a un hospital. "Les pido ayuda (a los vecinos) y ellos me dicen que no podían porque se meterían en problemas", narró la mujer, quien finalmente logró convencer a un vecino de que la ayudara a buscar atención médica.
Relató que aun después del ataque su agresor permaneció cercano a ella hasta que presentó la denuncia correspondiente. "Con apoyo de mi familia y con apoyo de un refugio y una asociación logré tener la fuerza", abundó.
Figueroa puntualizó que en los refugios se tratan cinco formas principales de violencia: psicológica, física, sexual, económica (control de recursos) y patrimonial (posesión de los bienes). Pero mencionó también a la violencia obstétrica, que impide el acceso inmediato a servicios de salud.
La directora aseguró que la mayoría de las mujeres que se acercan a los refugios de la Red han sufrido más de uno de esos tipos de violencia, por lo que son víctimas de "violencias transversales".
La Red Nacional de Refugios surgió hace más de 16 años "como parte del sistema que necesitaba México para erradicar la violencia contra las mujeres", aseguró. Actualmente se conforma por organizaciones civiles y de gobierno con 33 refugios distribuidos en todo el país.
La atención a las víctimas se determina con base en "el nivel de riesgo que vive la mujer y el nivel de la peligrosidad de su agresor".
El "nivel de peligrosidad alto" se determina cuando el agresor posee armas blancas o de fuego, es parte del crimen organizado o de bandas delictivas, es alcohólico, ha puesto a la víctima en eventos de violencia hasta la hospitalización, o es una persona de influencia política o judicial.
También son recibidas las víctimas que "no cuentan con redes de apoyo".
La Red "no solo busca reparar el daño", por lo que además de apoyo para salir de situaciones de violencia también otorga a las mujeres atención "postrefugio" como forma de ayuda para terminar con la dependencia económica que tienen respecto de sus agresores, indicó la defensora.
Resaltó que para las víctimas de violencia de género es necesario implementar una política de Estado postrefugio, de fomento económico y de acceso a la salud.
También consideró necesario hacer cambios en el trato a las mujeres en espacios públicos, laborales y de atención a las víctimas de violencia.
De acuerdo con un informe del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) publicado este jueves, 63 de cada 100 mujeres mexicanas de 15 años y más experimentaron al menos un acto de violencia emocional, física, sexual, económica y/o patrimonial en 2011, así como discriminación laboral.
Además aseguró que de los fallecimientos de mujeres de 15 a 29 años en 2015, 10 % fueron por homicidio, representando la primera causa de muerte en este grupo de edad.
Con información de EFE