El porcentaje de la producción industrial brasileña que es destinado a la exportación subió desde el 14,3 % en 2015 hasta el 16,3 % en 2016, informó este jueves la patronal del sector, que atribuyó el aumento de los embarques a la grave recesión del país y al consecuente desplome del consumo interno.
Redacción El Político
De acuerdo con un informe divulgado este jueves por la Confederación Nacional de la Industria (CNI), la producción de las fábricas brasileñas destinada al exterior creció en 2016 por segundo año consecutivo, frente al 12,1 % en 2014, cuando se ubicó en su menor nivel en once años, informa EFE.
Entre los sectores que más elevaron la producción exportada destacan tabaco, maderas, vehículos, máquinas y equipos, metalurgia y papel y celulosa.
La Confederación informó de que la subida del llamado coeficiente de exportación fue provocado no sólo por el aumento del volumen de producción industrial enviado al exterior (6,6 % el año pasado) sino también por la caída de las ventas internas.
"La caída del consumo interno estimula a las empresas a buscar el mercado externo como forma de evitar caídas aún mayores en la producción", explicó el informe de la CNI.
Según las estadísticas del PIB divulgadas esta semana por el Gobierno, el consumo interno, que era hasta hace algunos años uno de los motores de la economía brasileña, se redujo un 4,2 % en 2016 tras haberse encogido un 3,9 % en 2015.
La caída del consumo reflejó la histórica recesión de la economía brasileña, la más acentuada en 90 años, y que ha provocado un fuerte aumento del desempleo y una significativa caída de la renta.
Tras crecer un tímido 0,1 % en 2014, la economía brasileña se hundió un 3,8 % en 2015, su peor resultado en 25 años, y decreció un 3,6 % en 2016, con lo que encadenó dos años consecutivos de crecimiento negativo, algo que no ocurría desde la década de 1930.
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La patronal de la industria también atribuyó el aumento de las exportaciones a la depreciación del real frente al dólar, que mejoró la competitividad de los productos brasileños en el exterior.
"Las seguidas depreciaciones del real desde 2012, especialmente la de 2015, cuando llegó al 17 %, se tradujeron en ganancias de competitividad para los productos brasileños", según el organismo.
La depreciación del real, que encareció los productos importados, también provocó una sustitución de productos extranjeros por nacionales tanto en las fábricas como entre los consumidores.