Mariano Rajoy ha dado este sábado por válidas las posibilidades de que haya una nueva investidura y de que podrá formar Gobierno, tras los gestos en favor de la abstención que está realizando el PSOE.
En respuesta a este nuevo clima de entendimiento con los socialistas ha asegurado que trabajará "para ganarse la gobernabilidad".
En Zaragoza, en el Día del Afiliado del PP de Aragón, el presidente del partido y presidente del Ejecutivo en funciones ha repetido que no "va a poner ninguna condición" si los socialistas optan por abstenerse y ha mandado un nuevo mensaje a este partido para facilitar su cambio de posición. Ayer, el presidente de la Gestora, Javier Fernández, afirmó en Asturias que la estabilidad del Gobierno, si finalmente se constituye, Rajoy "tendría que buscarla cada semana o cada día, como corresponde a un gobierno en minoría".
El presidente ha respondido hoy directamente a estas declaraciones de una forma cristalina: "Haré cuanto esté en mi mano para ganarme la gobernabilidad. Sé que la tendré que trabajar día a día y lo haré con humildad, con paciencia y atendiendo a los intereses de los españoles".
El dirigente popular ha señalado que "estamos a tiempo de que el bloqueo político no dañe a la recuperación" económica pero desde Moncloa señalan que desconocen cuál puede ser el plazo para una posible investidura.
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"Todo depende del PSOE", apuntan. Con continuos guiños a los socialistas, Rajoy ha afirmado que va a hacer una "política de luces largas y mirando al futuro" y ha dicho que "espera que los demás partidos también lo hagan para llegar a grandes consensos".
"Creo que España lo necesita y que los españoles se lo merecen". "Y creo también", ha añadido, que "sería bueno para el conjunto de las fuerzas políticas" que de algún modo, ha sugerido, están en "deuda" con los ciudadanos, en referencia a la situación de ingobernabilidad que ha vivido España.
Al igual que hizo esta semana en su visita a Torremolinos, el presidente ha manifestado que el PP "no quiere terceras elecciones". "Sería una locura, un disparate y nadie saldría beneficiado". "Yo respeto la voluntad de todos pero a estas alturas lo razonable es que se deje gobernar al más votado".
Rajoy ha defendido hoy con mucha firmeza la solidez del PP. "Hasta nuestros más enconados adversarios reconocen que somos un partido unido y fuerte, que tiene un proyecto para España. Esto no es una pandilla, que es lo que se ha puesto de moda ahora".
En un acto en que ha tratado de seguir estrechando lazos con el PSOE, el presidente ha abordado un asunto que, para alguno, está en la génesis del desastre en el que están sumidos los socialistas: la relación del PSOE con Podemos. Ha sostenido que "respetar la voluntad de los que votan suele ser lo más eficaz para que haya gobierno".
Ha quedado claro, según el dirigente popular, que los gobiernos con "extremistas" provocan "parálisis" y "desatención a los problemas de los ciudadanos". Esto es lo que sucede, ha destacado, "cuando se deja la gobernabilidad en manos de radicales", en alusión a los pactos suscritos con Podemos.
Con información de El Mundo