El Gobierno en funciones de Mariano Rajoy mantiene como interlocutor actual del PSOE a su máximo responsable en el Congreso de los Diputados, Pedro Sánchez, mientras no cambie la situación de su liderazgo en su partido. La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, no quisieron mencionar el nombre de Sánchez pero ratificaron que sus contactos y negociaciones para los asuntos urgentes en marcha se efectúan con los portavoces que nomine el PSOE con voto y mando en el actual Congreso de Diputados.
El Gobierno y el Grupo Popular en las cámaras negocia de hecho estos días tanto modificaciones y reales decreto sobre aspectos económicos y electorales sin ningún cambio con los portavoces del PSOE pese a la crisis interna de los socialistas. Rajoy no ha hecho ningún movimiento ni llamada ni lo hará en los próximos días con los líderes de las demás fuerzas.
La reiteración en las preguntas para saber quién considera Rajoy y el Gobierno que manda ahora en el PSOE apenas sirvió para constatar la habilidad de la vicepresidenta para no responder en concreto y para no mencionar en ningún caso el nombre de Pedro Sánchez. Pero esa salida política no esconde tampoco que el ejecutivo mantiene que por el momento nada ha cambiado oficialmente en la cúpula de poder del PSOE y que deben seguir conectando con Sánchez o sus enviados si quieren resolver algún problema de urgencia, como ya está sucediendo.
"Lo mismo. Nosotros no somos quién para decidir si hay cambio o no en los interlocutores habida cuenta de los procedimientos abiertos. No tenemos que inmiscuirnos en ese proceso, lo respetamos y deseamos que el PSOE lo resuelva". Fue la respuesta de plantilla que Santamaría emitió cuando se la interrogó de distintas maneras sobre quién es ahora el máximo responsable del PSOE y su contraparte. La prudencia y no enredar es la orden que ha dado expresamente Rajoy porque sostiene que no le gusta "zascandilear" en asuntos internos de otras formaciones y porque no quiere tampoco que lo hagan los demás en su partido.
Pero tras las palabras medidas de Santamaría y de Montoro, este viernes tras el Consejo de Ministros, se oculta una estrategia muy controlada por no perjudicar algunas negociaciones importantes que están en marcha y en su fase final. Santamaría y Montoro precisaron así que sus contactos ahora son con los portavoces que el PSOE designa en cada caso en el Congreso de los Diputados, por ejemplo para solventar la modificación exprés del artículo 15 de la ley orgánica de estabilidad financiera (para sortear la falta de presupuestos nuevos y la carencia de techo de gasto de las administraciones) y para recabar votos en las cámaras para convalidar el real decreto que modifica el pago y los ingresos del impuesto de sociedades según la nueva normativa europea.
Esas negociaciones van por buen camino, según Santamaría y Montoro, y se están llevando en el Congreso con los portavoces de todos los partidos, incluidos los nacionalistas e independentistas catalanes.
El Grupo Popular también lleva muy avanzadas las conversaciones con los demás partidos para registrar el lunes el cambio de la ley electoral (Loreg) que permitirá acortar la campaña electoral en una semana y evitar que las elecciones, si se convocan, se tengan que celebrar el 25 de diciembre, día de Navidad. El PP pensaba presentar esa proposición en las Cortes este viernes pero al final la aplazó unos días para no mezclarla con los retoques en la ley de estabilidad financiera.
Con información de El País