Para muchos, la tesis de grado, ese requisito para poder obtener tu título universitario o de post grado, entre otros, resulta cuesta arriba. Factores y excusas hay por montones y todos apuntan al hecho de evitar pasar por el trabajo de realizarla.
Mario Beroes/El Político
Lo correcto es enfrentar la tarea, pero sabemos de muchos casos, sobre todo en el ámbito político, que "escoge el camino fácil" del plagio, o de pagar para que otro se encargue de la redacción de la tesis en cuestión.
Haga la tesis de grado y no pase pena ajena
Un nuevo político es descubierto trampeando el requisito universitario, la presidenta de la la Cámara de Representantes de Colombia, Jennifer Arias.
Ella se suma al exclusivo pero infame club de alcance global: el de los políticos que han sido acusados de plagiar sus tesis académicas.
Según un reportaje de la cadena de noticias CNN, la Universidad Externado de Colombia determinó tras meses de investigación que hubo plagio en la tesis de la maestría en Gobierno y Políticas Públicas de Arias.
También indicó que acudirán a la justicia para pedir que se anule el título de maestría la legisladora y su compañera de tesis.
Arias niega cualquier plagio en su tesis
Arias, que pertenece al partido gobernante Centro Democrático, manifestó el lunes en su cuenta de Twitter que era inocente y que no había cometido plagio.
No es la primera vez que políticos cometen plagio en sus tesis académicas, mediante las cuales obtuvieron títulos para mejorar sus hojas de vida y potenciar sus carreras.
En Latinoamérica no es el primer caso, ni será, seguramente, el último. Al igual que en el resto del mundo. De hecho presentamos algunos dirigentes descubiertos plagiando sus tesis o trabajos académicos.s
Enrique Peña Nieto, expresidente de México
En el año 2016 una investigación periodística de Aristegui Noticias acusó al entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, de plagiar casi el 30% de sus tesis final en la Universidad Panamericana.
Gracias a esta ayuda, Peña Nieto obtuvo el título de Licenciado en Derecho en 1991.
De acuerdo con la investigación encarada por especialistas y académicos, en su tesis, titulada El presidencialismo mexicano y Álvaro Obregón, Peña Nieto "plagió al menos 197 párrafos de los 982 que integran el texto". Esto supondría el 28,8% del contenido, según el equipo periodístico.
El entonces portavoz de la Presidencia de México, Eduardo Sánchez, desestimó los hallazgos al considerarlos "irregularidades" y "errores de estilo como citas sin entrecomillar o falta de referencia a autores que incluyó en la bibliografía".
Y recalcó: "El licenciado Peña Nieto presentó esa tesis hace 25 años. Cumplió con los requisitos establecidos por la Universidad Panamericana para titularse como abogado".
Vladimir Putin, presidente de Rusia
Putin fue acusado en 2006 de plagiar su tesis de posgrado en el Instituto de Minería de San Petersburgo, presentada en 1996 o 1997, según investigadores del Instituto Brookings.
De acuerdo con la investigación, 16 de las 20 páginas de un documento publicado por la Universidad de Pittsburgh 20 años antes están presentes en la tesis de Putin, que en ese entonces trabajaba en el gobierno de San Petersburgo, sin referencia.
Igor Danchenko, que investigó el caso junto a Gaddy, indicó al momento de presentar sus hallazgos que, a su parecer, Putin ni siquiera había escrito el texto acusado de plagio.
"Esto es claramente producto de alguna operación del tipo "fábrica de diplomas", de las que hay tantas en Rusia. Se trata de una disertación pagada, hecha por encargo.".
John Walsh, exsenador de Estados Unidos
El militar retirado y miembro del Partido Demócrata, John Walsh, se convirtió en senador de los Estados Unidos por el estado de Montana en 2014, reemplazando a un colega que había optado por retirarse.
Pero Walsh tuvo que renunciar a su campaña de reelección ese mismo año cuando fue acusado de plagio en su tesis de maestría en una investigación de The New York Times.
Monica Crowley, funcionaria del gobierno de Donald Trump
La escritora conservadora Monica Crowley nominada por Donald Trump como directora de comunicaciones estratégicas en el Consejo de Seguridad Nacional en 2017.
Pero antes de la asunción de Trump, Crowley dio un paso al costado luego de que CNN descubriera múltiples ejemplos de plagio en su libro publicado en 2012, en sus columnas en el diario Washington Times y en su disertación para obtener un doctorado de la Universidad de Columbia.
Crowley rechazó estas acusaciones asegurando que "nunca he utilizado ni utilizaría material de una fuente sin citarla".
La autora finalmente ingresaría en el gobierno de Trump dos años después y sin importar estas acusaciones: en julio de 2019 se convirtió en vocera del Departamento del Tesoro.