Cierra el 2023 como uno de los años más caóticos y convulsos que hemos vivido en los últimos tiempos.
Más de 70 conflictos armados alrededor del mundo, polémicas, países en transición como es el caso de Argentina, otros al borde de un estallido social como es España, y otros tantos a meses de elecciones con importancia histórica como México. Un año que ni al más desinteresado ha dejado indiferente.
En la cultura este descontrol también se vivió. La música y la moda siempre han sido caballos de Troya para el tránsito y paso a gestas ideológicas en su gran mayoría de corte progresista. Éste fue un año donde se vieron las peores películas, donde todos los medios de comunicación y empresas con presencia global se prestaron para promover el borrado de las mujeres y la feminización del hombre.
Un año que termina en un saldo realmente lamentable para el mundo de la música. Donde un Bad Bunny fue puesto al mismo nivel que Michael Jackson y Frank Sinatra, y con ese mismo termómetro mediocre, chabacano y paupérrimo con el que se presenta y mide programación en medios de comunicación o se genera contenido en redes sociales se mantuvo distraída y empobrecida a las masas, que danzan al sol que les toquen sin rechistar.
Espectáculos grotescos e inmorales como los que se vieron al finalizar el 2023 en la farándula mundial, en ese nivel bajo rozando en lo acéfalo, fueron los que dominaron los titulares de medios y contenidos en redes sociales. Todo el mundo es libre de consumir lo que prefiera, pero a unos pocos sí que nos preocupa el nivel degradante, de ignorancia y pobreza en valores en el que el mundo ha decido orientarse. Porque tenemos muy claro el fin que esto tiene y el fina que tendrá.
Pero volviendo al tema central de mi columna de esta semana, la política fue un tópico que generó muchas conversaciones éste año, y para todo lo ocurrido, no es para menos…
Cerró el 2023 con una nota discordante que en lo personal hace rato ya el tema me genera demasiado ruido y molestia.
El gobernador del estado de Colorado Jared Polis, queriendo tener cercanía con la audiencia Hispana del estado, seguramente con fines electorales en las venideras votaciones, tomó la “brillante” decisión junto a su equipo de trabajo de lanzar un spot navideño en español, bailando de una forma que a los que somos Hispanos y entendemos la manera en que muchos políticos nos ven, se hace molesta y ofensiva, porque es sin duda una burla.
¡Feliz Navidad Colorado! pic.twitter.com/BjS5lmzELz
— Gobernador Jared Polis (@GovofCoEspanol) December 25, 2023
Toda la vida fuimos una raza inferior para muchos países. Desafortunadamente no hubo un avance ni crecimiento parejo en los tiempos versus nuestra evolución. Se usaron estigmas y estereotipos perpetuados por gente sin integridad y grandes maquinarias como las que operan desde Hollywood.
Y así como “indiecitos ignorantes” nos siguen viendo muchos, aplicando la vieja máxima de “cómo te ven te tratan”. Nos subestimaron una y otra vez.
Sin embargo, el tiempo sabio puso todo en su lugar, y nosotros que fuimos una de los dos grupos raciales más vapuleados, hoy somos aplaudidos y emulados como un ejemplo a seguir, porque apartando a ese grupo de gente vulgar destacada (“famosa”) que el pópulo adora aplaudir, somos gente de trabajo, con valores, que anteponemos a la familia a todo y defendemos nuestra cosmovisión, cosmovisión que finalmente toma la importancia vital que siempre le dimos, lo cual ha sido un escudo fundamental ante el ataque progresista a la sociedad y el postmodernismo que ha sido un verdadero cáncer.
El tiempo pasó. Estudiamos, progresamos, y literalmente hasta hemos pisado la luna.
En este momento los Hispanos somos el primer grupo racial inclusive por encima de los afroamericanos, el segundo grupo del cual depende la economía de los Estados Unidos, y según estadísticas, estaríamos definiendo para el 2026 políticamente hablando a la nación más poderosa del mundo, inclusive hasta con el primer presidente de origen Hispano. Nos juzgaron hasta el cansancio y se equivocaron de la peor manera con nosotros.
Y en ese afán poco sincero y transparente de llegarle a nuestra gente, los políticos se equivocan una y otra vez, asumiendo que no llegaríamos a entender -que a la fecha- siguen sin leernos culturalmente hablando, siguen subestimándonos, siguen sin apurar el paso y nivelarse al punto en el que hoy estamos: de frente a frente.
Al no sabernos leer y seguirnos subestimando, es que nacen discursos cretinoides como el ofrecido por la primera dama de los Estados Unidos Jill Biden, donde se nos comparaba con los tacos por nuestra variedad cultural, o ese nefasto: “¡Sí se puede!” casi inteligible que ni ella misma entendió al pronunciarlo.
Este tipo de spot navideños o gestas como las hechas por la actual administración de los Estados Unidos, más allá de la incomodidad y molestia que ocasionan a quienes sí usamos el cerebro y leemos siempre entre líneas, nos indica además que la subestimación permanece profundamente en muchos planos, pero, además, es una señal inequívoca de que a pesar del tiempo y de los innumerables intentos nuestros como grupo racial de acercarnos e integrarnos a otros países y culturas, nos siguen viendo como esos indígenas que cambiaron espejos por diamantes.
Simplemente jamás nos quisieron leer más allá de estigmas, nunca nos respetaron y hoy se ven obligados a hacer actos circenses como éstos, presentando una suerte de rama de olivo en señal de paz, porque, aunque no nos leen, ya se dieron cuenta que tenemos poder, y eso les da terror. Son eventualmente votos que necesitan y deben tener a su favor.
Innecesario y desfasado en tiempos, debo decir como nota personal.
Así como los políticos Latinoamericanos en tiempos de campaña electoral visitan barriadas en búsqueda de votos y se desgastan caminando sitios que en su vida pisarían, abrazando bebés y besando a ancianos, los políticos en otros países, llegan a hacer el ridículo de esta forma con la que cerramos el 2023. Algo imperdonable, si tomamos en cuenta la amplia lista de profesionales Hispanos que están altamente capacitados en cada esquina del mundo para asesorar a un político para cualquiera de las gestas que quisiera realizar.
Creo firmemente que lo ocurrido en el 2023 donde los Hispanos alrededor del mundo, especialmente en Estados Unidos, nos preparamos y nos lanzamos a la política, ha sido el “wake up call” más grande y desafiante que pudimos haber hecho. Movida que en el 2024 se verá mucho más acentuada, multiplicada y profundizada.
Nosotros como grupo racial, es hora que nos demos a respetar ante el mundo, y empecemos a enfrentar y reclamar con altura cada vez que nos subestimen de esta forma.
La manera en que se hace política por suerte ha cambiado, y en ese cambio definitivamente tiene que incluirse la forma en que somos tratados. Pero el cambio siempre debe empezar por casa.
Los políticos son servidores públicos que de forma voluntaria y autónoma deciden lanzarse al ruedo público para trabajar por la ciudadanía. Hasta ahora no hemos entendido realmente en que consiste el poder ciudadano e inocentemente nos hemos dejado usar y mover como piezas de ajedrez de los políticos del mundo. Por suerte, al menos eso quiero creer, hemos despertado para nunca más volver a esa forma nefasta y del pasado de hacer política.
Hoy es el ciudadano quien decide quién, cómo y cuándo porque es a éste quien le pertenece el poder realmente.
Que sea el 2024 un año donde entendiendo el poderío de nuestro gentilicio como ciudadanos, lo empecemos a usar y ejercer de forma inteligente y efectiva para darle un viraje no solo ideológico, sino más honesto a nuestros países que van por el despeñadero sin freno alguno.
Que sea el año donde valientemente le digamos sin miedo y con firmeza a los servidores públicos:
“Queridos” políticos: no nos usen más por favor.
Seamos más ciudadanos y menos pueblo, por amor a Dios.
¡Hasta el 2024! Y que Dios nos bendiga.