Con el fin de lograr un supuesto "desarrollo endógeno" de las regiones de Venezuela, Hugo Chávez adelantó en el 2005 una una serie de expropiaciones a empresas privadas y nacionales.
El Político
Parte de la crisis económica, política y social que actualmente vive el venezolano se deriva de las acciones tomadas por Chávez durante su mandato entre 1999 y 2013, a la cual denominó "Socialismo del siglo XXI”.
¿Por qué es importante?
El régimen chavista se apropió de empresas empresas tanto nacionales y extranjeras que, a la percepción de Chávez, representaban un riesgo o amenaza para su ejercicio en el poder, reportó DiariolasAmericas.
La nota de Diario las Américas agrega que la expropiación de estas empresas se convirtió en una acción constante del régimen venezolano, lo que generó considerablemente la reducción de la inversión extranjera, que fueron poco a poco retirando sus capitales del mercado venezolano, por temor a las acciones arbitrarias que fue tomando Chávez sobre las expropiaciones, las cuales no tenían un marco jurídico que las respaldara, más allá de su ambición de poder.
Chávez expropió extensos hatos, miles de hectáreas de tierras y empresas de todo tipo, que hoy en día en su mayoría están en ruinas.
Lo cierto es que el supuesto desarrollo endógeno en Venezuela jamás prosperó, las empresas expropiadas disminuyeron su producción y muchas cerraron, generando un gran aumento de desempleo, y las empresas extranjeras no quieren invertir en Venezuela por las expropiaciones (carentes de un marco jurídico) y la falta de pagos por parte del régimen venezolano.
En contexto
La Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria) reveló que las acciones adelantadas por el régimen chavista en la década comprendida entre 2012 y 2022 marcaron el grueso de los procesos de ‘nacionalización’ y expropiación de empresas en ese país, llevando a que la cifra de compañías expropiadas ascendiera a 1.168, reseña el diario La Semana.
En cuanto a los sectores más vulnerados por esa política, se destacan el de la industria de la construcción, la producción agrícola y el procesamiento de alimentos, el comercial, y el petrolero.
No obstante, el impacto de las expropiaciones no solo atacaba a las empresas, sino también a las personas naturales, donde, según el referido reporte, el régimen chavista habría llevado a la apropiación de más de 285 propiedades entre los años 2005 y 2010.
El régimen delegó estructuras de financiamiento como el Consejo Federal de Gobierno, que otorgaba "recursos" a los llamados "Consejos Comunales" electos por su comunidades que llaman "Organizaciones de Base de Poder Popular".
Se trató de un financiamiento para la supuesta puesta en marcha de la producción de proyectos agrícolas, de los cuales en su mayoría ninguno realizó un proyecto sustentable que generará ganancias para las comunidades.
Nunca ha existido un organismo que obligue a la fiscalización y declaración de estos recursos de manera transparente y eficaz. Los desaciertos del régimen chavista solo han servido para sumir en la pobreza al pueblo venezolano.
En conclusión
De acuerdo con La Nación, el tiempo fue demostrando que las nacionalizaciones que Chávez comenzó al calor de la bonanza petrolera son una de las principales claves de la debacle económica de Venezuela. Maduro continuó la obra del "comandante supremo" en condiciones muy distintas: poco quedaba por expropiar.
Las estadísticas del Observatorio de Gasto Público de Cedice (Centro de Divulgación del Conocimiento Económico) y de la patronal Conindustria son aplastantes: en 21 años de revolución más de 5000 empresas fueron expropiadas, nacionalizadas o intervenidas por el gobierno; de ellas, solo sobreviven 3000, y la mayoría a muy duras penas. No se conoce un solo éxito económico entre todas.
"Venezuela es el peor ejemplo que existe en el mundo", resume Francisco Martinez, expresidente de la patronal Fedecámaras y buen conocedor de la política expropiatoria de la revolución.
"El tema no es tanto las expropiaciones como su resultado, que es el cierre de las empresas. Los gobiernos que se apropian indebidamente de la propiedad privada terminan destruyendo la propiedad privada, pulverizando a las empresas y devastando al país. Un manejo irresponsable que va más allá al promover un marco legal que impide atraer inversiones y levanta un cerco legal a las empresas que no pueden expropiar. Les imponen unas camisas de fuerza que le impiden operar", sintetiza para LA NACIÓN.
Por último, la crisis migratoria en Venezuela es la mayor muestra de la situación política y económica que el régimen pretende ocultar, donde no hay una cifra real de cuantas personas se encuentran en estado de desnutrición, carentes de hogar, desempleadas y sin posibilidad de gozar de buena salud, sin resaltar la debilidad de los servicios públicos, motivo por el cual deciden huir de la precaria economía venezolana.