¿Estaba al tanto Elon Musk de qué quería cuando decidió adquirir Twitter; le suministraron la información correcta sus asesores, o dicha compra es una muestra más de su conocida malcriadez?
Mario Beroes/El Político
Esta y un sinfín de preguntas más se hacen, no solo los conocedores del tema, sino los millones de usuarios de la red social, luego de las "idas y venidas" del CEO de Tesla con la compra de Twitter.
Inclusive, ya surgen las dudas sobre si el multimillonario tiene realmente el dinero que prometió para completar los $ 44.000 millones que ofreció por la red social del pájaro azul.
Compra surrealista
La compra de Twitter por parte de Elon Musk ha dado varios giros surrealistas desde que, el viernes, el empresario anunció que la operación quedaba suspendida.
Esto, mientras se define si la actual directiva puede demostrar que menos del 5% de sus usuarios diarios son cuentas falsas o de spam, como declara oficialmente.
Musk, por su parte, da por bueno un análisis externo que estima en un 20% este tipo de cuentas.
Algunos analistas, consultados por la agencia Bloomberg, creen que los bots de spam son una excusa y que Elon Musk está tratando en realidad de cancelar la compra o reducir el precio de la adquisición.
Musk dijo el viernes que su promesa de compra sigue en pie, pero en una conferencia de tecnología en Miami admitió que un acuerdo a un precio más bajo no está descartado.
Renegociar la adquisición es complicado.
El trato incluye una tarifa de ruptura de mil millones de dólares a pagar por la parte que se retire del acuerdo.
También una cláusula de cumplimiento específico que otorga a Twitter el derecho a demandar a Musk para obligarlo a completar la adquisición, siempre que la deuda que financia el trato siga intacta.
Cuando en una entrevista le preguntaron qué pretendía, Musk insistió: “Estoy esperando una explicación lógica sobre el número de cuentas de spam, y Twitter se rehúsa a dárnosla”.
Días antes, Musk había publicado que la muestra de usuarios que usa Twitter para determinar el número de cuentas falsas es de 100 usuarios, y añadió que el equipo legal de Twitter lo había llamado por violar un acuerdo de confidencialidad al revelar esa cifra.
En su última declaración ante la SEC, Twitter aclara que Musk firmó el trato sin pedir ninguna información privada, dando fuelle a la hipótesis de que el empresario decidió comprar la compañía sin un plan en particular.
La situación ha precipitado una reorganización interna en Twitter, con la partida de varios empleados de alto nivel, entre ellos el jefe de productos de consumo, Kayvon Beykpour, y el jefe de productos de ingresos, Bruce Falck.
Quizá lo más insólito del asunto sea que, cuando Musk presentó su oferta de compra de Twitter, dijo que acabar con los bots de spam era una de sus prioridades.
Ahora está usando esos mismos bots para frenar el trato.