La Sala Plena de la Corte Constitucional discutirá este miércoles la ponencia del magistrado Alejandro Linares, la cual propone hundir por vicios de forma al Tribunal de Aforados, creado el año pasado por la reforma del equilibrio de poderes.
El Tribunal de Aforados es el organismo que reemplazaría a la cuestionada Comisión de Acusaciones. Aunque aún no han votado, por los argumentos que los magistrados expusieron, fuentes aseguran que la muerte del Tribunal de Aforados sería inminente.
Ese organismo, junto con el Consejo de Gobierno Judicial que se tumbó en junio de este año y con el que se revivió la Judicatura, era uno de los mayores cambios del equilibrio de poderes, que buscaba ponerles mayores controles a magistrados y al Fiscal General.
Pero las razones de los magistrados para tumbar el Tribunal son distintas a las de Linares. Mientras el magistrado, que estudió la demanda que interpuso el exfiscal Eduardo Montealegre contra el Tribunal, afirma que debe declararse inexequible porque en su creación se cometieron vicios de trámite, la mayoría de magistrados criticaron esa posición y dijeron que la razón principal es que “sustituye la Constitución”.
¿Qué pasaría si se tumba?
1- Si la Corte Constitucional decide tumbar el Tribunal de Aforados creado con el fin de reemplazar a la fallida Comisión de Acusaciones, quedaría sin efecto la parte más importante de la reforma al equilibrio de poderes que fue presentada por el Gobierno Nacional y aprobada por el Congreso el año pasado.
El Tribunal de Aforados es clave porque establece un órgano judicial y no político para investigar a altos magistrados y al Fiscal General.
2- Si el Tribunal se cae, todos los procesos contra aforados seguirán siendo investigados por la Comisión de acusación e investigación de la Cámara de Representantes, la cual a lo largo de su historia ha demostrado ser ineficiente en la investigación y el juzgamiento. En más de cuatro décadas solo ha acusado a uno de sus aforados: el cuestionado magistrado Jorge Pretelt.
3- Hace un mes, la Corte Constitucional ya había tumbado al Consejo de Gobierno Judicial, creado también en la reforma al equilibrio de poderes, al considerar que ese organismo afectaría la autonomía de la justicia y su capacidad de autogobierno. Con esa decisión revivió la Sala Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, la cual debía ser reemplazada por el nuevo Consejo de Gobierno.
4- Con una decisión adversa al Tribunal de Aforados, la Corte sepultaría el equilibrio de poderes, que desde el comienzo no le gustó a los magistrados, y que tocaba puntos clave del régimen que los favorecía. Algunos sectores han llegado incluso a hablar de una Asamblea Constituyente para reformar las Cortes que hasta ahora se muestran intocables.
El exmagistrado de la Corte Constitucional, José Gregorio Hernández, indicó que está de acuerdo con que se hunda el Tribunal de Aforados porque no se plantea un equilibrio. “Creo que el sistema previsto desde 1991 puede seguir funcionando si no interfiere la actuación política. La Cámara de Representantes al acusar o no es también político”, dijo.
“Se debe caer si se sigue el antecedente con el que se cuestionó crear el Consejo de Gobierno Judicial. El argumento principal es que no se consagra un equilibrio y ni autonomía”, agregó.
Con información de El Tiempo