Las instituciones políticas y legales de Estados Unidos se preparan para la próxima prueba extrema planteada por el expresidente Donald Trump.
La predicción de Trump el sábado de que podría ser arrestado esta semana, y su intento de provocar una reacción violenta preventiva, hizo que lo que había sido la posibilidad teórica de que un expresidente y candidato de 2024 fuera acusado penalmente pareciera mucho más real. Y señaló que Estados Unidos se dirige a una prueba aún más políticamente divisiva que pondrá a prueba su influencia sobre el Partido Republicano.
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El desarrollador inmobiliario, exestrella de "reality show" y excomandante en jefe enfrenta múltiples investigaciones luego de buscar anular las elecciones de 2020, y por su manejo de documentos clasificados después de dejar el cargo. Pero su exposición más inmediata puede ser en el caso de un supuesto pago de dinero secreto a la estrella de cine para adultos Stormy Daniels.
Hasta el fin de semana, Trump no había recibido ninguna notificación oficial de que será acusado por el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, un demócrata. Pero el proceso de un gran jurado parece estar en sus etapas finales y el equipo legal de Trump se ha estado preparando para la posibilidad de una acusación, dijeron fuentes a CNN.
El caso gira en torno a si Trump encubrió ilegalmente un pago de 130.000 dólares realizado por su exabogado, Michael Cohen, a Daniels para silenciar una supuesta relación pasada antes de las elecciones de 2016. El episodio podría representar potencialmente una infracción de la ley de financiación de campañas. Trump dice que no hizo nada malo y ha negado haber tenido una aventura con Daniels..
Consecuencias
La posibilidad de que el expresidente pueda ser imputado próximamente tiene graves implicaciones.
— La acusación de un expresidente no tendría precedentes en la historia de Estados Unidos y marcaría otra dudosa distinción para el dos veces acusado Trump, quien buscó interrumpir la tradición histórica de transferencias pacíficas del poder y mintió sobre su derrota en las elecciones de 2020. No hay tradición de que los gobiernos sucesores persigan a los exlíderes estadounidenses. Entonces, incluso si los casos contra Trump están legalmente justificados, los fiscales en Nueva York, así como en Georgia y en el Departamento de Justicia, enfrentan un momento peligroso e inexplorado.
— La situación es aún más tensa porque Trump ya es un candidato activo para la carrera por la Casa Blanca de 2024 y ya ha arraigado su campaña en una narrativa de persecución, especialmente en lo que respecta a las investigaciones sobre su conducta después de las últimas elecciones. También promete una presidencia de “retribución” contra sus enemigos si vuelve a ganar el Despacho Oval.
— Si es acusado, Trump seguirá disfrutando de las protecciones constitucionales y la presunción de inocencia antes de cualquier juicio. En un momento nacional frágil, otras figuras políticas y los medios también enfrentarán presiones para no responder a sus esfuerzos por inflamar la situación. Trump ya está tratando de denunciar posibles procesamientos en su contra, por parte del Departamento de Justicia, como ataques de la justicia políticamente motivados. Y esto presenta un nuevo desafío para el presidente Joe Biden, su pasado y posiblemente futuro oponente en las elecciones generales.