A su llegada a la Casa Blanca, los inmigrantes, los comerciantes, los afroamericanos, los campesinos, los puertorriqueños en la isla y el ciudadano de a pie esperan que el presidente Joe Biden mire sus realidades y arregle sus problemas.
El Político
Después de cuatro años de gobierno de Donald Trump, el Estados Unidos que recibe Joe Biden tiene muchas expectativas.
Por ejemplo, el control de la pandemia y la vuelta a la normalidad es uno de los primeros requerimientos de la colectividad.
Y en ese Estados Unidos también están los más de 74 millones de personas que votaron por Trump. Es una población dividida entre quienes creen en los reclamos infundados de fraude del expresidente y quienes le piden a Biden que piense en cómo borrar el daño que han dejado las peleas políticas para unir nuevamente al país.
Una crisis, explicó, que ha desnudado un sistema de salud precario al que es difícil acceder y asuntos como la falta de previsión para frenar a tiempo una veloz alza del desempleo, que tiene aún a millones de personas sin un trabajo habiendo pasado casi un año desde que arreció la pandemia.
Con el fin de revertir algunas de las decisiones más polémicas de su predecesor, Biden ha dado pasos con la firma de órdenes ejecutivas . Especialmente las que con su ‘tolerancia cero’ dejaron en vilo a miles de migrantes indocumentados en la frontera y las que, dentro de Estados Unidos, relegaron de las ayudas a cientos de ellos pese a que son considerados trabajadores esenciales.
Solicitud de un dreamer
Jesús Contreras, por ejemplo, le pide a Biden que "nos ayude a encontrar una legislación permanente para los 11 millones de indocumentados en este país y a los dreamers para que podamos ser ciudadanos y parar de preocuparnos por nuestro estatus”. Esa es una petición que también le hace a los republicanos. Cree que deben dejar de poner trabas y trabajar en una solución bipartidista.
Y ante la pandemia, insistió en que él, como todos los médicos y enfermeras, está haciendo su parte al responder a la crisis sanitaria, pero necesita que el presidente tome en serio la enfermedad: “Trump no tomó la pandemia en serio, no admitió que teníamos un problema y ahora estamos sufriendo”.
“Si el presidente Biden deja que el programa DACA se deshaga perderíamos el permiso de trabajar, de estar en Estados Unidos legalmente. Eso sería una destrucción de nuestra sociedad, porque se necesitan paramédicos y enfermeros, más trabajadores esenciales y muchos tienen DACA”, dice y explica que en su trabajo no es el único dreamer. “Daríamos como dos o tres pasos atrás, estaríamos enfrentando otra crisis personal y en nuestras comunidades, porque nos necesitan”.
Para él, la victoria de Biden en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre es “una pequeña batalla ganada”, pero cree que “hay una guerra que pelear”: mantener viva la Acción Diferida y regularizar a millones de indocumentados que viven en las sombras.
Fuente: univision