La principal fracción del sindicato de maestros de México celebró su última asamblea antes de la reunión que mantendrá con el secretario de Gobernación, Osorio Chong. Su objetivo: derogar la ley de educación.
“Aguantaremos lo necesario para tumbar la reforma“. Así de tajante se muestra Eber Peñalosa Ramírez, unos de los coordinadores de los maestros del Estado de Michoacán que acampan desde el pasado 15 de mayo frente a la Secretaría de Gobernación, en la Ciudadela de Ciudad de México.
Según Peñalosa, aproximadamente 600 maestros llegados de todo el país toman parte en el “plantón“ en el DF. “En algunos momentos llegamos a ser hasta 1.700 profesores, sólo de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE)“. En palabras de los maestros reunidos en el centro de esta urbe de más de 21 millones de habitantes, la CNTE es la “disidencia“ del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), un organismo que defiende los derechos de más de 1,6 millones de maestros afiliados en todo el país y al que Eber Peñalosa acusa de haber tolerado durante años la corrupción y el nepotismo en el sistema educativo.
La CNTE, por el momento, está muy activa en los cuatro principales Estados que luchan contra la reforma educativa, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas, los más pobres del país. Los maestros de estas regiones del sur del país acusan al Gobierno de disfrazar una reforma laboral de ley educativa. México, un país de más de 123 millones de habitantes con un nivel de analfabetismo del 6,6 por ciento de la población (unos 6 millones de personas) es, curiosamente, uno de los países miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que mayor porcentaje de su PIB destina a la educación: un 5,2 por ciento, por encima de países europeos como Francia, Alemania y España. El problema es que el 80 por ciento de ese gasto se destina a pagar la nómina de los maestros.
El profesorado se queja de los recortes sufridos durante los últimos años (6.000 millones de pesos menos en 2016 con respecto a 2015, según Peñalosa), de los escasos medios para dar clases y de la falta de actualización del material educativo. Además, critica que el método de evaluación que ha implementado el Gobierno es injusto y punitivo, ya que examina por igual a todos los docentes independientemente de su área de especialidad.
Osorio Chong, interlocutor válido
Este lunes 11 de julio se celebra la cuarta mesa de negociaciones con el Gobierno del país. Como desde la CNTE no reconocen al secretario de Educación, Aurelio Nuño, como “interlocutor válido“, el secretario de Gobernación de México, Miguel Ángel Osorio Chong, será el representante oficialista. “Está obligado a negociar con nosotros por la repercusión que está teniendo el movimiento“, asegura Peñalosa haciendo referencia a las acciones de protesta, los bloqueos y los plantones que lleva a cabo desde hace semanas la CNTE en Oaxaca, Chiapas y la Ciudad de México.
Osorio Chong, sin embargo, dijo hace unos días que el tiempo se había agotado. “Hemos estado en la mesa durante horas, escuchando con atención los planteamientos de la CNTE, pero siempre dejando claro que en una negociación no puede ser todo o nada. Sólo ha habido una condición: que se deje de afectar a los ciudadanos“. Osorio se refería a un problema con el que se ha venido especulando desde hace semanas: la negativa de los sindicalistas a retirar los bloqueos en carreteras de los Estados de Oaxaca y Chiapas que, según medios comunicación, provocó el desabastecimiento alimentario de miles de personas. “Vamos a tomar las decisiones necesarias para permitir el tránsito en vías estratégicas y el abastecimiento de las comunidades. Estamos abiertos al diálogo, pero no por encima de la sociedad“, dijo Osorio Chong. Los profesores acampados en la Ciudadela desmienten las informaciones y el equipo de Deutsche Welle desplazado a Oaxaca de Juárez, la capital del Estado, tampoco ha visto signos de desabastecimiento en la ciudad.
Nota completa en DW