Ahora que Rusia está a punto de cerrar el candado sobre Sievierodonetsk –ciudad crucial para su objetivo de tomar el este de Ucrania– y que el Kremlin ya tiene puesto el ojo en esta ciudad vecina, la pregunta sobre el impacto que tendrá la situación en el campo de batalla sobre la siguiente fase del conflicto es cada vez más acuciante para los aliados occidentales de Ucrania.
El Político
“Los rusos lo están dejando todo para aislar Sievierodonetsk”, dijo ayer por Telegram el gobernador regional Serhiy Haidai. “Los próximos dos o tres días serán decisivos”.
En Lysychansk, del otro lado del río, las fuerzas ucranianas resisten el embate ruso con la ventaja que les da el terreno, pero cada vez con menos armas para defenderlo, reportó Yahoo.
Problemas en Ucrania
“Si no llega más ayuda de equipamiento militar, nos van a expulsar, de eso no hay duda”, dice Oleksandr Voronenko, de 46 años, un policía militar destinado a Lysychansk.
“Todos los días sufrimos la destrucción de equipos y armamento, y con algo tenemos que reemplazarlo” contó.
Hace tiempo que las autoridades ucranianas les imploran a los aliados de la OTAN que apuren el envío de armas de largo alcance y hasta de los pertrechos más básicos, como las municiones.
A favor de Rusia
Pero como la balanza de la guerra se inclina día a día cada vez más decididamente a favor de Rusia, los aliados de Ucrania –con sus economías en riesgo y su determinación puesta a prueba– quizás en poco tiempo deban responder a cuestiones mucho más de fondo que la provisión de armas, como decidir si presionar a Kiev para que se siente a negociar la paz con Moscú o arriesgarse a una escalada militar más agresiva de Rusia.
“Siempre se supo que cuando el centro de gravedad de la guerra se trasladara del sur hacia el este, los rusos tendrían muchas más chances de ocupar territorio, debido al número de sus fuerzas y a sus adquisiciones territoriales previas”, dice Ian Lesser, exfuncionario norteamericano que dirige la sede en Bruselas del grupo de expertos German Marshall Fund.
“Pero también hay interrogantes más graves a largo plazo sobre la naturaleza del conflicto, las aspiraciones de Ucrania y las aspiraciones de Occidente con relación a eso”, agrega.
Batalla en Ucrania
Mientras esperan, en la región del Donbass, donde se libra la batalla por Sievierodonetsk, los ucranianos están sufriendo horrendas pérdidas: según sus propias estimaciones, Ucrania tiene entre 100 y 200 bajas por día.
Y el baño de sangre va de mal en peor, en parte debido a la determinación de los ucranianos de luchar hasta el fin, a pesar del panorama cada vez más negro en el este.
Los suministros de Occidente que lograron llegar al frente no son ni tan generosos ni tan sofisticados como Ucrania querría, y otros pertrechos directamente no llegan al campo de batalla: son destruidos por el fuego ruso antes de ser utilizados.