Ucrania acusó este martes a Vladimir Putin de visitar la escena de sus “crímenes”, luego de que el Kremlin anunció una visita sorpresa del presidente ruso a Kherson y Lugansk, regiones ocupadas del sur y este ucraniano.
El Político
La visita del jefe del Kremlin fue a los cuarteles generales de dos unidades de tropas en dichas regiones, anexionadas por Rusia en septiembre pasado.
“El comandante en jefe supremo de las Fuerzas Armadas de la Federación rusa visitó la sede del grupo Dniéper en la dirección de Kherson”, señaló la Presidencia rusa en un escueto comunicado sobre la primera visita de Putin al frente de esta región en casi 14 meses de campaña militar en Ucrania.
En detalle
Ucrania señaló que este viaje “es una ‘gira especial’ del autor de asesinatos en masa en los territorios ocupados y devastados para disfrutar de los crímenes” cometidos por las fuerzas rusas “por última vez”, dijo en Twitter Mijailo Podoliak, consejero de la presidencia ucraniana.
Por su parte, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenski realizó su visita más reciente al frente.
¿Por qué es importante?
Los presidentes buscaban elevar la moral de los soldados en el 14to mes de la guerra, cuando Kiev se apresta a lanzar una posible contraofensiva con armas provistas por Occidente.
Un video distribuido por el Kremlin y emitido por la televisora estatal rusa mostró a Putin llegando en helicóptero al puesto de mando de las fuerzas del país en la provincia de Jersón, en el sur de Ucrania, y volando después al cuartel general de la Guardia Nacional rusa en Luhansk, en el este.
Las visitas tuvieron lugar el lunes, explicó el vocero del Kremlin, Dmitry Peskov. El viaje, el segundo del mandatario a los territorios ocupados por Rusia en el país vecino en dos meses, representaba un aparente intento de alentar a las tropas y de mostrar su autoridad.
Las visitas de Putin a los cuarteles rusos se producen mientras Ucrania prepara su contraofensiva para recuperar los territorios ocupados.
En marzo viajó a Mariúpol, una ciudad portuaria en el Mar de Azov que fue capturada por las tropas rusas en mayo tras dos meses de intensos combates.
Panorama general
Putin, visitó los cuarteles generales de dos unidades de tropas que luchan en las regiones ucranianas de Kherson y Lugansk, anexionadas por Rusia en septiembre pasado, donde se interesó por la situación en los frentes sur y este, informó este martes el Kremlin.
El Kremlin informó también de la visita de Putin al “cuartel general de la unidad “Vostok” (Este) de la Guardia Nacional en la república popular de Lugansk”. También es el primer viaje del mandatario a esta provincia ucraniana que se encuentra ocupada, reportó Infobae.
De acuerdo con la agencia oficial TASS, el jefe del Kremlin pidió información sobre la situación en las direcciones de Kherson y Zaporizhzhia.
“No quiero distraerlos de los deberes directamente relacionados con el mando y el control, por lo que estamos trabajando aquí de manera profesional, breve pero concreta”, dijo Putin. “Es importante para mí escuchar su opinión sobre cómo se está desarrollando la situación, escucharlos, intercambiar información”, añadió.
Entre líneas
Según cita la agencia Interfax al Kremlin, “los viajes del presidente Putin a la región de Kherson y a la república popular de Lugansk, así como a los cuarteles generales de (los grupos) Dnieper y Vostok no fueron preparados con antelación”.
Vestido con traje oscuro, Putin pareció presidir reuniones con sus altos cargos militares.
La ubicación de los cuarteles en Jersón y Luhansk no se reveló, por lo que no se pudo determinar su cercanía con la línea del frente. Fue imposible verificar de forma independiente la autenticidad de las imágenes.
El presidente ruso felicitó además a los militares la Pascua ortodoxa y les entregó una copia de un icono religioso que pertenecía, según dijo, a “uno de los ministros de Defensa más exitosos del Imperio ruso”, indicó TASS.
En la sede del grupo “Vostok” en Lugansk, Putin escuchó a su vez informes del coronel general Alexandr Lapin y de otros altos mandos sobre la situación en este frente.
La región de Lugansk está casi al cien por cien controlada por Rusia, a diferencia de la vecina Donetsk, donde ha tomado casi la mitad del territorio y donde su única ofensiva se produce actualmente en las ciudades de Bakhmut, Avdíivka y Mariinka.
En conclusión
La guerra rusa en Ucrania se ha estancado en medio de los fuertes combates en el este del país, especialmente en torno a la localidad de Bájmut, que durante ocho meses y medio ha sido el escenario de la lucha más larga y sangrienta del conflicto.
Jersón y Luhansk son, junto a Donetsk y Zaporiyia, las cuatro provincias que Rusia de anexionó de forma ilegal en septiembre tras la celebración de referéndums locales que tanto Ucrania como Occidente calificaron de fraudulentos. Mykhailo Podolyak, asesor de Zelenski, no escatimó en críticas a Putin, a quien acusó de “degradación” y de ser el autor de “asesinatos masivos” en la guerra.
Tanto entonces como ahora, grandes partes de Donetsk, Jersón y Zaporiyia, además de algunas zonas en Luhansk, han seguido bajo el control de Ucrania. En noviembre, las fuerzas rusas cedieron territorio en Jersón, incluyendo la capital, que lleva el mismo nombre.
Los funcionarios ucranianos han dicho que están ganando tiempo al mermar a las fuerzas rusas en la batalla mientras Kiev se alista para su contraofensiva.
Zelenski alegó que una victoria de Rusia en Bájmut podría permitir a Putin empezar a lograr respaldo internacional para un acuerdo que exigiría que su país acceda a compromisos inaceptables para poner fin a la guerra.
En una entrevista con The Associated Press en Kiev, Oleksiy Danilov, secretario del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania, dijo que los aliados están ayudando al gobierno a alcanzar el nivel de equipamiento técnico necesario para lanzar un ataque con la entrega de vehículos blindados pesados y munición.
Además, se mostró confiado con que Ucrania pueda regresar a todos sus territorios ocupados.
“Derrotaremos a Rusia”, indicó. “Si tienes un espíritu interior fuerte, ganarás. Y siempre lo hemos tenido. Eso es algo que siempre ha molestado a los rusos”.