Los puertorriqueños ignoraron mayoritariamente el plebiscito del Gobierno para presentar ante el Congreso estadounidense unidad en favor de la anexión a EUA, un objetivo lejano en manos de la nación norteamericana.
El gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, en el cargo desde enero, promovió nada más convertirse en jefe del Ejecutivo legislación para celebrar una consulta sobre la relación política de Puerto Rico respecto a EUA, plebiscito con una participación de solo el 22,9% que pone todavía más cuesta arriba la anhela anexión que persigue el Ejecutivo.
La consulta, según concluyen analistas y medios locales, fue escasamente secundada tanto por el boicot de la oposición como por carecer de trascendencia dado su carácter no vinculante.
En el plebiscito 502.616 personas (97,18%) votaron por la plena anexión de la isla a EUA, 7.779 por la opción de libre asociación/independencia (1,50%) y 6.821 (1,32%) por el actual estatus.