La transición en Venezuela va a marcar el tipo de Fuerza Armada que la nación ha o no ha de tener, dice el General de Brigada retirado de la Aviación Martín Guillermo Lon Blanco a la periodista de Infobae, Sebastiana Barráez, a la vez que afirma: “No nos hemos dado cuenta, en estos 22 o 23 años, que estábamos enfrentando un enemigo político-militar, un enemigo que no distingue la diferencia entre lo que es político y lo que es militar ergo es un militar marxista, es un militar maoísta, donde lo cívico militar es lo correcto para cumplir con el dicho de que la política es guerra sin sangre y la guerra es política sin sangre”.
El Político
“Las transiciones estudiadas por los científicos sociales y por los historiadores dan unas indicaciones válidas, pero todo va a depender en cómo validemos la verdad con la ciencia, el consenso, la historia, la autoridad, la tradición y la revelación”, dijo el alto oficial en el foro sobre la Fuerza Armada que llevó a cabo el Centro de Estudios Democracia Ciudadana (CEDES), y que fue moderado por el Teniente Coronel (Av) retirado y doctor en ciencias políticas Rodrigo Mijares.
Lon fue enfático en afirmar a Barráez para Infobae que “las transiciones pueden ser con violencia o sin ella, esas dos categorías son máxima. Puede ser por colapso del régimen, una intervención, explosión social, golpe de Estado, muerte del tirano y de la tiranía; uno de los errores es tipificar al enemigo incorrectamente”.
Las revoluciones en Venezuela
“Puede venir, fuera de la transición por colapso, una por fractura de esas FANB-B, aunado a que las probabilidades de una guerra civil son altísimas”, dijo a la vez que señala que lo agrava la existencia de demasiados actores, 176 policías distintas sin considerar lo militar ni la milicia.
Recuerda que “Mao decía, y se lo copió de Calvino, que ‘una revolución es cuando la mitad de la población vigila a la otra mitad’, y eso es más o menos lo que tenemos en Venezuela; puede haber una transición pactada y en eso ha habido grandes diferencias entre los militares y los políticos desde antes de estos 22 años”.
“La transición pactada puede ser negociada y usualmente ese tipo de transiciones requiere de una amnistía política y económica o puede haber una transición impuesta desde afuera militar, política o económica. Cambiar de régimen no es cambiar a Maduro ni era cambiar a Chávez. Un régimen tiene muchos componentes, tiene un sistema electoral, una relación entre los poderes y el aparato armado”.
Los golpistas derrotados
Insiste en que “debe quedar claro que en los Golpes de 1992 (4F y 27N) nosotros, la Fuerza Armada derrotamos a los felones, fueron derrotados y apresados, tuvieron su debido proceso, fueron juzgados, fueron justamente condenados y fueron sentenciados. ¿Cómo llegaron al poder y lo han mantenido por 20 años?”.
“Nosotros, las antiguas Fuerzas Armadas Nacionales, le dimos seis años de conteo de protección al poder político para que rectificara y lograra que el país se mantuviera en la senda democrática”
Considera importante saber “que un país weird, es EEUU, Inglaterra, Italia, Australia, que son países occidentales, industrializados, educados, ricos y desarrollados. Muchas soluciones del IESA y del High School of Economics son para países weird. En Venezuela y en países non weird la operación es un éxito, pero se muere el paciente”.
“Es tan inestable el tiempo actual que hacer planes muy largos y detallados para el futuro, suele ser peligroso”, dice Lon, quien analiza los diversos escenarios, partiendo del nulo “en el que todo es malo. Está el óptimo y en medio seis escenarios. Lo importante es tener claro las tres variables que son los ejes X,Y,Z, donde el más importante para mí es la subordinación militar al poder civil (X); nada de unión cívico militar, porque los militares estamos para hacer lo que dicen los civiles, lo que los políticos, legalmente elegidos dicen; no tenemos que tener consenso, aunque podemos asesorar. Para eso se requiere de una sociedad civil”.
Los escenarios en Venezuela
Analiza el GB (Av) Martín Guillermo Lon Blanco los escenarios. “El primero es el Estado Fallido. Imagínese que la Fuerza Armada o parte de ella involucrase o dividiese, con el estado de inseguridad interna que hay, y que no hubiera dinero para la corrupción, pues pasaría lo que está pasando en Libia con su guerrita civil de primero”.
El segundo escenario. “Hay subordinación militar, hay seguridad interna y no hay dinero para la corrupción; el Gobierno se va a mantener, pero van a surgir ambiciones de cambiarlo dentro de ellos mismos. Sin corrupción no hay lealtad militar en el chavismo ni en ningún sistema comunista ni totalitario, el caso está en mantenerla, como los chinos, en niveles tolerables o como hacen los cubanos”.
“En el tercer escenario, la subordinación de los militares actuales chavistas al poder civil chavista, aunque lo disfracen de militar, donde no hay seguridad interna y hay corrupción, es el estado actual de Venezuela, donde la anomia y la desesperanza cunden en todas partes y esto puede durar mucho”.
“Otro escenario, es que se ponga un gobierno títere, no hay seguridad interna, pero hay corrupción, con lo que habrá un tráfico de influencias. Hay que entender también que el chavismo no fue una revolución, el chavismo fue regresar al Estado a 110 años con una tradición de autoritarismo”.
“En el quinto escenario hay paz social, hay seguridad jurídica, como Sharía, pero no hay dinero y ahí tienen a Yemen; a Afganistán y tiene que sobrevivir con tráfico de drogas y como lo estamos viendo lamentablemente en nuestro país”.