El PSOE crítico que tumbó a Pedro Sánchez y se esfuerza, con Javier Fernández al frente de la gestora, por restañar heridas y construir una posición común para evitar las terceras elecciones, recibió el pasado jueves con alivio la entrada en escena de Mariano Rajoy sentenciando que su intención no pasa por poner condiciones a la investidura a un partido que se declara "exhausto" y "al límite" tras la batalla para salir del bloqueo que suponía el "no es no".
Los socialistas se disponen a abrir una nueva etapa que saben difícil y traumática y reclaman que no se les ponga en el camino obstáculos añadidos. Las fuentes consultadas, muy próximas a la gestora, lamentan que se les haya intentado «agraviar» y "humillar" y piden que se deje trabajar a Rajoy y Fernández en un clima de "racionalidad".
Si el Comité Federal decide abstenerse, los socialistas aceptarán pactos políticos con el nuevo Gobierno.
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Recuerdan que en el debate de investidura, el candidato del PP afirmó que su única petición fue que se levantara el bloqueo -"sólo pido que me dejen gobernar"-, y añaden que ahora no es aceptable que se planteen exigencias cuando no hay todavía propuestas sobre la mesa.
"Primero hay que destaponar, ir a la investidura, formar Gobierno y después habrá que negociar todo". Esta es la filosofía que defienden quienes hicieron bandera del principio de que «abstenerse no es pactar» y añadieron que "con 85 diputados no se puede gobernar".El PSOE está por tanto abierto al diálogo, a la negociación, e incluso al pacto con consenso.
Argumentan que el resultado de las urnas así lo exige. "Nadie está en disposición de poner condiciones", sentencian.En Moncloa coinciden en el fondo de este argumento. Rajoy, explican en su entorno, dio orden estricta al partido de no interferir en el debate del PSOE.
Pidió contención y que se mantuviera por encima de todo el mensaje de que hay que evitar por encima de todo las terceras elecciones. Y también ellos insisten: "Esto lo cerrarán Javier Fernández y Mariano Rajoy".
Recuerdan de paso que el presidente en funciones se ha mantenido fiel a este planteamiento: "Ha sido exquisito ante sus problemas y siempre se ha negado a hablar con nadie que no fuera el líder. Cuando lo era Sánchez, ése era su único interlocutor y ahora que es Fernández, será a él y sólo a él a quien se dirija".
Con información de El Mundo