Brasileños protestaron el pasado jueves contra la decisión del gobierno de Sao Paulo de aumentar determinadas tarifas de transporte público y algunos encapuchados llegaron a saquear agencias bancarias y tiendas al final de la manifestación.
La marcha fue convocada a pesar de que la Justicia paulista decretó esta semana de manera cautelar la paralización del reajuste del precio de aquellos billetes que permiten el uso integrado del metro, el tren y el autobús.
La protesta comenzó en la Avenida Paulista, una de las principales calles de la capital paulista, y el objetivo de los participantes era ir hasta la casa del nuevo alcalde de Sao Paulo, Joao Doria, quien pertenece al mismo partido que el gobernador del estado, Geraldo Alckimin.
No obstante, la policía bloqueó algunas de las vías que permitían el acceso a la residencia de Doria y los manifestantes modificaron el recorrido.
Pocos minutos después algunas personas vestidas de negro y con la cara cubierta comenzaron a romper cristales de bancos y a lanzar objetos contra algunas tiendas situadas en una de las calles más lujosas de Sao Paulo.
La subida del precio del transporte público fue el estopín de las masivas protestas que tuvieron lugar en 2013 en todo Brasil y que coincidió con la celebración de la Copa Confederaciones de Fútbol.
Las primeras manifestaciones de 2013, al igual que la de este jueves, fueron convocadas por el Movimiento Passe Livre (MPL), que se opone tajantemente a la subida del precio del transporte público.
Samia Bomfim, una de las manifestantes, dijo a Efe que la protesta contra el transporte es tan solo el "comienzo" de un año en el que auguró "bastantes enfrentamientos".
"Es importante que iniciemos esa unidad en la lucha porque va a ser un año bastante difícil, de bastante enfrentamiento, con minoría en la cámara de concejales, con una mayoría consolidada del PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña) y sus aliados en todos los ámbitos: municipal, estatal y federal", agregó.
Con información de EFE