Siete autobuses fueron incendiados durante unas protestas que tuvieron lugar entre la noche y la madrugada en Río de Janeiro por una supuesta operación policial que dejó tres heridos de bala, entre ellos una menor de dos años de edad.
Las concentraciones se produjeron en "tres puntos diferentes" de la avenida Abílio Augusto Távora a su paso por la Baixada Fluminense, una zona deprimida integrada por varios barrios vecinos a la ciudad de Río de Janeiro, confirmaron a Efe fuentes del Cuerpo de Bomberos.
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La carretera, una vía importante de la región, permaneció cerrada durante ocho horas y la circulación del transporte público solo se normalizó esta mañana.
De acuerdo con habitantes de la zona, citados por medios locales, las manifestaciones se produjeron en protesta por una supuesta operación previa del Batallón de Operaciones Especiales (Bope) de la Policía Militar en varias favelas que dejó un balance de tres heridos por bala, entre ellos una bebé de un año y ocho meses.
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Además de la menor, que tuvo que pasar por una cirugía en el brazo izquierdo, dos jóvenes resultaron también tiroteados y fueron igualmente hospitalizados, si bien el estado de salud de los tres es estable.
El suceso se produce unas dos semanas después del escándalo provocado por la muerte de María Eduarda Alves, de 13 años, quien falleció tras recibir cuatro impactos de bala mientras hacía gimnasia en el patio de su escuela, en el barrio de Pavuna, en la zona norte de Río de Janeiro.
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Las balas que acabaron con la vida de María Eduarda procedían de un enfrentamiento entre policías y presuntos narcotraficantes.
La violencia en Río de Janeiro se ha incrementado en los últimos meses por la guerra abierta entre bandas por el control del narcotráfico y por la crisis económica que atraviesa el estado, que se ha traducido en una menor presencia policial.
Con información de EFE