El príncipe Harry reconoció haber matado a 25 talibanes en Afganistán durante su tiempo como piloto de helicóptero Apache, según los medios del Reino Unido, citando una autobiografía que se publicará próximamente.
El Político
Harry, el duque de Sussex, sirvió en Afganistán primero como controlador aéreo avanzado en ataques aéreos entre 2007 y 2008, y luego voló el helicóptero de ataque entre 2012 y 2013.
El hombre de 38 años publicará un libro, Spare, la próxima semana, en el que reveló que realizó seis misiones como piloto que lo llevaron a “tomar vidas humanas”, informó el Daily Telegraph.
Harry dijo que no estaba ni orgulloso ni avergonzado de hacerlo. También describió la eliminación de los objetivos como quitar "piezas de ajedrez" de un tablero.
“Mi número es el 25. No es un número que me llene de satisfacción, pero tampoco me avergüenza”, escribió.
Las cámaras de video montadas en la nariz de su helicóptero Apache le permitieron evaluar sus misiones y determinar con certeza cuántos había matado.
Por qué Harry no debió revelar haber matado a 25 talibanes en Afganistán
Sin embargo, la revelación de su récord militar provocó una catarata de críticas por considerarse una imprudencia en alguien público que puede llegar a ser un objetivo de extremistas en todo el mundo. El ex comandante de la Marina Real Ben McBean instó al Duque a “callarse”, y es uno de los tantos veteranos de Afganistán que dijeron que el príncipe había roto una “regla no escrita” al revelar las bajas producidas.
“Ya tiene una gran diana en la espalda y puede que haya crecido un poco más. Pero está en Estados Unidos, tiene seguridad… aquí en el Reino Unido podrían pensar que no podemos llegar a Harry, pero podríamos ir a sus antiguos cuarteles. … siempre eres un objetivo de todos modos, pero creo que exacerbar las cosas y sacar números no ayuda realmente”, dijo McBean en declaraciones reproducidas por The DailyMail.
Por su parte, el coronel retirado Richard Kemp calificó los comentarios de Harry de “desacertados” y advirtió de que podían haber comprometido su seguridad y provocar la venganza de los terroristas. Kemp, quien fuera enviado a Kabul en 2003 para asumir el mando de las fuerzas en Afganistán, declaró a BBC: “Creo que se equivoca cuando dice en su libro que los insurgentes eran vistos prácticamente como no humanos -subhumanos quizás-, sólo como piezas de ajedrez que había que derribar”.
“Ese no es el caso en absoluto. Esa no es la forma en que el Ejército Británico entrena a la gente como él afirma… Así que creo que está dando una impresión equivocada cuando hace ese tipo de comentarios – esa no es la forma en que el Ejército Británico ve las cosas”, refutó Kemp.