Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, no ha dudado en exhibir sus diferencias con la Unión Europea (UE).
El Político
Este martes, el dirigente comparó al bloque comunitario con la extinta Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS).
Con motivo de la conmemoración de la Revolución Húngara de 1956, Orbán acusó a Bruselas (ciudad sede de la UE) de emplear técnicas que alguna vez fueron utilizadas por el comunismo soviético.
“Hoy surgen cosas que nos recuerdan la época soviética. Sí, sucede que la historia se repite”, afirmó el jefe de Gobierno.
El dirigente consideró, además, que el grupo de 27 naciones europeas (entre las cuales figura su país) ha impuesto un modelo de democracia liberal que no va en sintonía con los intereses húngaros.
“Tuvimos que bailar al son de los silbidos de Moscú. Bruselas también silba, pero sólo bailamos si queremos", recalcó.
El mandatario, quien es descrito por sus detractores como un líder ultranacionalista, añadió que “Bruselas no es Moscú”.
Sin temor a redundar, Viktor Orbán expresó que “Moscú fue una tragedia”, pero que “Bruselas es, simplemente, una mala parodia contemporánea”.
En sus declaraciones, ofrecidas desde Vezprém, al oeste de Hungría, el primer ministro manifestó su esperanza de que la gobernanza europea sufra modificaciones.
A mediados de 2024, los ciudadanos de los 27 países que integran la UE deberán acudir a elecciones.
En esos comicios serán escogidos los nuevos miembros del Parlamento Europeo, uno de los órganos de la Unión Europea.
El Europarlamento (como también se le conoce) diseña y aprueba leyes que aplican para todos los Estados del bloque.
Los eurodiputados también son responsables de elegir al presidente de la Comisión Europea y a sus comisarios.