La cita era a última hora de la tarde del domingo 4 de septiembre en la estación de metro Consolação, una zona céntrica de São Paulo. Allí, una decena de jóvenes se reunieron para ir a la manifestación que iba a tener lugar en pocas horas en la Avenida Paulista contra el presidente brasileño Michel Temer. "Hay miedo de ir a las protestas [que la policía reprime, a menudo, con cargas violentas y bombas de humo], especialmente entre las mujeres. Por eso decidimos ir juntos", cuenta uno. No se conocían en persona, se habían encontrado en un grupo de Facebook para otra manifestación anterior. Entre ellos estaba Willian Pina Botelho, que se presentaba en las redes sociales como Balta Nunes.
Antes siquiera de llegar a la manifestación, Nunes, según el testimonio de los demás, los convenció para ir hasta un centro cultural a algunos kilómetros con el pretexto de buscar a otras personas. A mitad de camino, unos 30 policías, usando "armamento pesado", los pararon, registraron sus mochilas y los interrogaron sobre sus motivos para manifestarse. "Uno de los policías dijo: ‘¿Su sueño no era ser detenidos por la dictadura? Bueno, pues ahora estan siendo detenidos por la dictadura", recuerda uno de los chicos. Sobre sus cabezas sobrevolaba un helicóptero de la Policía Militar.
"Yo preguntaba qué habíamos hecho y solo respondían que eran ‘órdenes de arriba'", asegura. Los agentes confiscaron los teléfonos, pero devolvieron uno: el de Balta Nunes. "Decía que lo necesitaba porque su mujer iba a llamar". Todos fueron detenidos, menos Nunes, y liberados el lunes por un juez, que calificó la detención de irregular.
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Varios integrantes del grupo de la manifestación creen que sufrieron una emboscada. Según ha podido confirmar EL PAÍS consultando documentos oficiales y contactando a conocidos de Nunes, éste está en el Ejército desde 1998 (hoy, con el grado de capitán) y, al menos desde 2013, forma parte de los servicios de inteligencia militares.
Nunes era un usuario activo Tinder, una aplicación para ligar, en cuyo perfil citaba a Karl Marx en su descripción y buscaba mujeres “de izquierdas” para relacionarse. También les preguntaba si iban a acudir a las protestas contra Temer. En las últimas semanas, empezó a confirmar su presencia en varios eventos de Facebook que convocaban a manifestaciones en São Paulo. El último domingo, entró en un grupo en la aplicación de mensajes WhatsApp llamado 13h Metro Consolação, creado para que los manifestantes fueran juntos a la marcha.
Los jóvenes detenidos aseguran que nunca han estado implicado en actos violentos y que no forman parte de ninguna organización. "Brasil como Estado democrático de derecho no puede legitimar la prisión preventiva con el pretexto de que podrían practicar actos de violencia y vandalismo. Ese tiempo, felizmente, ya pasó”, subrayó el magistrado al ponerlos en libertad. "Sospecho que lo que están haciendo es asustar a quien estos días está saliendo a manifestarse", comenta uno de los detenidos, tres días después del episodio.
El Ejército aseguró que está investigando el caso. El Gobierno de São Paulo, responsable de la Policía Militar, dice desconocer una posible operación de inteligencia de otros organismos.
Con información de El País