El presidente de Bolivia, Luis Arce Catacora, ministro de Economía de Evo Morales, y ahora peleado con el expresidente, vive momentos difíciles, con una economía por los suelos.
El Político
Una inflación escalofriante que mantiene a los maestros y otros gremios en protestas diarias, reclamando aumentos salariales, es el "pan de cada día" en Bolivia.
Ahora el "genial" presidente ha encontrado una fórmula para enriquecerse, él y los suyos: los fondos de pensiones.
Por qué es importante
Podrá preguntarse cómo pueden las pensiones ser una solución cuando en el país se acabaron los dólares, los sectores industriales se paralizan por falta de insumos, y el gas, que era su petróleo comienza a escasear.
Desde 1997 el vivo Luis Arce había captado como ministro de Economía de Evo, que la gran mina para conseguir recursos estaba …en quitárselo a la gente.
Bolivia tenía dos administradoras privadas de fondos de pensiones, o AFP, como se las conoce. Una de ellas está en manos del banco español BBVA y la otra pertenece a la aseguradora suiza Zurich.
Desde 2006, con la llegada de Morales al poder, tuvieron que soportar diferentes cambios en la Ley de Pensiones y otras normas relacionadas que fueron limitando su capacidad de inversión.
La reforma constitucional de 2010 directamente estableció que el Estado debía volver a administrar las jubilaciones y pensiones, pero lo cierto es que desde entonces se avanzó poco y desprolijamente.
La unidad creada por el gobierno boliviano para recuperar los activos administrados por los privados, llamada “Gestora”, se transformó en una formidable cáscara vacía que contrató a centenares de personas para administrar la nada misma, porque se prefirió que los privados mantuviesen la gestión administrativa.
Esto a pesar de que una normativa cada vez más estricta las forzara a invertir todos sus fondos en activos nacionales y más aún: en bonos del tesoro boliviano, que de a poco fue capturando los ahorros de los futuros jubilados como última fuente de financiamiento.
Durante el tiempo que Arce fue ministro de Economía firmó oscuros contratos en nombre de “Gestora” para la compra del software que iba encargarse de trasladar los fondos de pensión desde las aseguradoras privadas al Estado boliviano.
Por el primer contrato, una cuenta off shore en Panamá recibió $ 3 millones. pero el software nunca apareció. El dinero tampoco.
Las privadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) Futuro y Previsión cerrarán sus puertas el 15 de mayo y desde entonces la Gestora Pública de la Seguridad Social de Largo Plazo iniciará operaciones de manera total, anunció la responsable regional de la entidad en Santa Cruz, Pamela Tarifa.
Para ese proceso, los asegurados y jubilados no deben realizar ningún trámite, porque el proceso de migración de información de las AFP a la Gestora se concluirá en un 100% hasta el mes de mayo.
El final de la crónica se puede anticipar: el gobierno de Luis Arce Catacora se apropiará de los fondos de las jubilaciones futuras de los bolivianos.
No habrá marcha atrás. Se trata del plan para quedarse definitivamente con el dinero de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
Es una bolsa de 24 mil millones de dólares que ya comenzó -años atrás- a sufrir un goteo permanente ordenado por la administración de Evo Morales para obras faraónicas -absurdas- y pago de gastos corrientes del Estado.
La caja de ahorros de Luis Arce
Cuando Gestora comenzó sus funciones burocráticas se le asignó un presupuesto de alrededor de 30 millones de dólares.
Pero para 2019 ya había gastado casi la mitad de esos fondos. Fue por eso que ese mismo año se le hizo un reajuste en sus cuentas de otros 15 millones de dólares.
Además de las dos empresas contratadas para un mismo software fantasma, y de los centenares de salarios que pagan mensualmente, sus directivos ordenaron la compra de tres pisos en el edificio Gundlach por más de 2,4 millones de dólares.
Allí hay funcionarios que cobran incluso más que el presidente, con sueldos de 5.000 dólares. Se refieren al gerente general de Gestora, Jaime Durán Chuquimia.
Conclusión
Entre los contratos figura uno para el diseño e implementación de un centro de procesamiento de datos por 400 mil dólares.
Otro, por 2 millones de dólares para un servidor y licencias Oracle.
En 2017, Gestora –que todavía no administra ni un peso de los aportes de los bolivianos, contrató por 24 meses a tres consultores por un millón de dólares.
Y entre los años 2017 y 2019 destinó otros 808 mil dólares para el item de consultorías. Una fiesta interminable… y carísima para el pueblo boliviano.
De acuerdo a datos de la Autoridad de Fiscalización y Control de Pensiones y Seguros (APS), a septiembre de 2022 el ahorro del Sistema Integrado de Pensiones (SIP) alcanzó una cifra más que tentadora para la voracidad estatal: 23.966 millones de dólares.
De ese total, el gobierno del MAS ya sacó una gran tajada en bonos del Tesoro y Bonos de Deuda Soberana por 7.222 millones de dólares.
Nadie cree que el Estado vaya a cumplir con la obligación de devolver el total de esa deuda con el sistema jubilatorio, por lo que el fondo con el que hoy cuentan los futuros pensionados es de 16.744 millones de dólares. El manotazo fue amazónico.
Es fácilmente estimable que al final cuando ningún jubilado pueda cobrar lo que le corresponde. Luis Arce y los suyos recibirán el mismo tratamiento de los corruptos de Venezuela que acabaron con PDVSA.