En medio de la polémica decisión de fijar una posición a favor o en contra del aborto, muchos miembros de la política estadounidenses evitan dar respuestas sobre su sustento ante alguna normativa en relación al tema o la Fecundación in vitro (FVI).
El Político
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, se ha negado a responder si la terminación intencional de embriones durante los procedimientos de fertilización in vitro (FIV) constituye un asesinato.
La pregunta surgió durante una entrevista con “CBS Mornings”, donde se abordó la creciente disonancia entre la postura provida de los republicanos y el apoyo declarado a los procedimientos de FIV que culminan con embriones fertilizados.
El entrevistador, Tony Dokoupil, planteó la cuestión: “Si crees que la vida comienza en la concepción, la fertilización, ¿lo ves como un asesinato?”.
A pesar de su histórica postura pro-vida, Johnson vaciló en su respuesta, argumentando que no tenía suficiente conocimiento sobre la FIV para opinar.
El presidente de la Cámara de Representantes afirmó: “Es algo con lo que tenemos que lidiar. La FIV solo se inventó, creo, a principios de los años 70”. Aunque reafirmó el apoyo a la santidad de la vida y al acceso pleno a la fecundación in vitro, los republicanos se han sentido incómodos defendiendo su retórica provida.
La Corte Suprema de Alabama recientemente dictaminó que la destrucción de un embrión equivale a un asesinato, considerando la personalidad de los niños no nacidos.
Los procedimientos de FIV, que implican fertilización artificial y la congelación de múltiples embriones, son comunes. Sin embargo, aquellos embriones considerados indeseables o no deseados se descartan o destruyen.
Aproximadamente el 2.3% de los nacimientos en los EE. UU. son resultado de la FIV. El juez Jay Mitchell afirmó en su fallo: “Los niños por nacer son ‘niños’… sin excepción basada en la etapa de desarrollo, la ubicación física o cualquier otra característica auxiliar”.