El PP está negociando, especialmente con su organización en Madrid, la retirada en su congreso nacional de la enmienda sobre las primarias para evitar distracciones con los debates internos, abordar cuanto antes la renovación de casi todas sus direcciones territoriales y poner a punto electoralmente y cuanto antes a todo el partido. El PP teme que tras el congreso en el que elegirá nuevo líder, el PSOE se rearme, cambie su política de pactos y quiere estar listo para otras elecciones.
Las primarias que pregonan Madrid y Valencia, la incompatibilidad de cargos (sobre todo de la secretaria general Dolores de Cospedal), la limitación de mandatos (sobre todo de Mariano Rajoy), la maternidad subrogada, el aborto, la custodia compartida y hasta la paternidad del logotipo de la gaviota o el charrán son algunos de los debates que se están suscitando entre los compromisarios en las vísperas del 18º congreso nacional del PP. Entre las 4.000 enmiendas registradas hay preocupaciones para todo, desde el arrinconamiento de la ideología cristiana en el preámbulo hasta la vacante dejada por José María Aznar en la presidencia de honor.
LEA TAMBIÉN: Ministro de Economía de España da espaldarazo a gobierno mexicano
Lo que ocupa ya entre bambalinas a la cúpula del PP es la siguiente fase de este proceso interno de congresos, con la renovación casi total de las estructuras territoriales. El congreso nacional del PP se prevé tranquilo, sin sobresaltos ni graves conflictos, y ese es precisamente el mensaje principal que la dirección popular busca emitir los días 10, 11 y 12 de febrero en Madrid. Una imagen que se opondrá al máximo posible con la confrontación que probablemente se visualizará en el cónclave de Podemos esos mismos días.
Rajoy se permite incluso bromear, en charlas internas, con que parece que en el PP no ha surgido ningún candidato alternativo a su propuesta y ha encomendado a su equipo varios encargos para el congreso: negociar con los principales promotores de las enmiendas para buscar soluciones intermedias y evitar en el pleno las discusiones abiertas y transmitir una imagen de tranquilidad, normalidad y estabilidad. Considera que ese es ahora el gran valor del PP. Cuando le plantean aclaraciones sobre algunos nombres, o de cargos por relevar o suplir, Rajoy responde que esos asuntos se resolverán en el congreso, para soslayar ahora las discrepancias en público.
Lea la nota completa con El País