En Irán a Ebrahim Raisi, miembro del sector más extremista y conservador del espectro político persa; se lo conoce como “el carnicero de Teherán”, responsable de la feroz represión y ejecución masiva de miles de prisioneros políticos iraníes en 1988. Algo por lo que ya ha sido sancionado por EEUU; así lo reseñó Infobae.
El Político
Poco después del anuncio de su victoria en Irán; Aminstía Internacional emitió un comunicado exigiendo al Tribunal Penal Internacional; que lo investigara por crímenes contra la humanidad.
Raisi era miembro de la “comisión de la muerte” que hizo desaparecer y ejecutó extrajudicialmente y en secreto a unos 33.000 opositores políticos cuando fue fiscal adjunto de Teherán. Es, además, el protegido del líder supremo, ayatolá Ali Khamenei.
Peligro desde Irán
En estos días, además, está teniendo lugar la sexta ronda de conversaciones de Irán sobre el pacto nuclear entre seis potencias mundiales y Teherán en Viena; para intentar revivir el controvertido acuerdo nuclear con Irán.
Y si bien el negociador principal iraní se mostró optimista declarando recientemente “estamos más cerca que nunca de un acuerdo”, el clima en Israel es bien diferente: el nuevo primer ministro, Naftali Bennett, y el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, han dejado claro que la elección de Raisi presenta a un Irán todavía menos susceptible a deponer la beligerancia contra Israel, EEUU y occidente en general.
¿En que dirección irán las negociaciones?
Gran parte del mundo se pregunta ahora, con el nuevo presidente, en qué dirección irán las negociaciones de un posible pacto nuclear que vigile a Irán; y no permita que se arme y acabe construyendo armas atómicas a cambio de aflojar las sanciones económicas que pesan sobre el régimen.
Lo que es seguro es que la estrategia política iraní no cambiará. Ni con respecto a la declaración de enemistad sin fisuras contra Israel y todo lo que representa ni con respecto a lo que es capaz de hacer para mantener su status quo regional.