Especialistas en materia de seguridad estiman que el posible despliegue militar de Rusia en países aliados de América como Cuba y Venezuela es un hecho retórico de alto nivel cuya aplicación se complicará por falta de “tiempo” y recursos económicos de Moscú.
El Político
En ese sentido, la Voz de América evalúa varios puntos clave de ese escenario geopolítico, reportó VozdeAmerica.
1. La advertencia de Rusia
Uno de los principales diplomáticos del gobierno de Vladimir Putin, el vicecanciller Sergei Ryabkov, advirtió este jueves que su país no descarta un despliegue militar de Rusia en Cuba y Venezuela si aumentan las tensiones con Estados Unidos por la presencia de tropas rusas en la frontera con Ucrania.
Ryabkov, quien lideró la delegación de Rusia en Ginebra para la tercera ronda de conversaciones con EEUU desde junio del año pasado sobre las tensiones en Ucrania, se refirió a esa posibilidad como una potencial respuesta de su nación a la administración de Joe Biden si decide “provocar”.
“Todo depende de la acción de nuestros homólogos estadounidenses”, dijo en una entrevista con la televisión rusa RTVI sobre la posibilidad de tomar medidas si aumenta la presión militar sobre Rusia.
Joseph Humire, director general del Centro para una Sociedad Libre y Segura, evalúa las declaraciones de Ryabkov como “una estrategia de presión” de Rusia.
El especialista en materia de seguridad regional advierte que “su presencia en Cuba, Venezuela, Nicaragua y otros países tiene el propósito de poder utilizarla en estos momentos, como ventaja, para chantajear, provocar”.
2. Una relación cercana
La cooperación entre Rusia y Venezuela es amplia. El Kremlin es uno de los principales aliados políticos y energéticos del Palacio de Miraflores desde hace años, tanto así que el gobierno de Vladimir Putin participa como acompañante del oficialismo en el proceso de diálogo político en Ciudad de México.
Hace solo dos meses, el canciller de Maduro, Félix Plasencia, se reunió en Moscú con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, para abordar “temas de interés común”. En ese encuentro, Lavrov ratificó que Rusia se solidariza con el gobierno del presidente Maduro ante las sanciones “ilegítimas” y las presuntas injerencias en asuntos internos de Venezuela de parte de otras naciones.
Andrei Serbin, analista y director de CRIES, una red de centros de investigaciones económicas y sociales en América Latina, interpreta las declaraciones del vicecanciller ruso como parte de “una disputa geopolítica”.
A su juicio, Rusia deja en claro a Estados Unidos que puede “aumentar su presencia” en otros puntos potencialmente conflictivos, como Venezuela.
3. La clave es Ucrania
Las declaraciones del vicecanciller ruso sobre un posible despliegue de fuerzas militares de su nación en Cuba y Venezuela ocurren en un contexto de tensiones con Estados Unidos y la OTÁN por Ucrania, una nación que teme que la acumulación de tropas de Rusia en su frontera anteceda a una invasión.
Las tensiones entre Rusia y Ucrania se intensificaron en la última década, luego que el gobierno de Putin anexionara Crimea a su territorio, una península autónoma del sur ucraniano donde predominan lealtades hacia el Kremlin.
Miles de tropas rusas ocuparon ese territorio en marzo de 2014 hasta que, días luego, se realizó un referendo considerado ilegítimo por Ucrania y buena parte de la comunidad internacional.
Un grupo de separatistas cercanos a Rusia declaró seguidamente la independencia de las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk, donde hubo combates hasta la firma de un pacto de paz en 2015.
Rusia acusa a Ucrania de violar el alto el fuego y critica el presunto apoyo militar que recibe de la OTÁN como una amenaza a sus intereses.
4. Sin presupuesto, ni tiempo
Hugo Acha, abogado e investigador de la organización no gubernamental independiente Centro para una Sociedad Libre y Segura, opina que Rusia no tiene actualmente el suficiente pulmón económico para desplegar fuerzas militares en países como Cuba y Venezuela por extensos períodos.
“La economía rusa es más pequeña que la economía del estado de Texas. Es significativa, pero es mucho menor que lo que la gente se imagina. No creo que Rusia esté en condiciones de sostener un despliegue de esa naturaleza a largo plazo, porque todo despliegue involucra mucho dinero”, dice a la VOA.
Destaca que todo operativo militar de largo aliento implica una planificación de asuntos logísticos, presupuestarios y humanos referidos a esas fuerzas. “Hay gastos (que contemplar) en el presupuesto de cualquier país”, resalta.
Opina, por el contrario, que a Putin “se le está acabando el tiempo” para decidir qué hacer con sus tropas desplegadas en la frontera con Ucrania.
Considera que el Kremlin “no puede tener permanentemente” un despliegue en esa zona, donde la exigencia financiera es suprema y las temperaturas rondan los 12 grados bajo cero, mientras procura “estar apagando fuegos por todos lados”.
“Sería una apuesta demasiado riesgosa para Putin” enviar tropas militares a Cuba y Venezuela en estos momentos, concluye Acha.
No hay ofensiva en Europa
El experto en seguridad Hugo Acha duda que Rusia esté dispuesto en los tiempos corrientes a “introducir vectores capaces de atacar a los Estados Unidos” cuando es un escenario bélico que ni siquiera ocurre en Europa del Este, en países vecinos como Estonia, Lituania, Polonia, Hungría o Rumania.
“A los rusos les molesta que hay allí una serie de equipos de naturaleza defensiva que niegan las superioridades de Rusia sobre esos países de Europa del Este. No hay, más allá de la propaganda, ningún vector ofensivo [de Estados Unidos] capaz de destruir una ciudad rusa” en aquellas latitudes, asegura.